MALA LECHE
Por un pique vecinal,
una se despierta mal
el día, empieza otra vez, mala leche para el cuerpo,
y empieza con un desayuno ligero,
una cara de perro,
una mascarilla como bozal como dice mi abuela, guantes como prueba del delito,
un tener que ir a recoger una cosa a Correos,
un lo dejo en casa y a la calle vuelvo,
las verduras en bolsas, los huevos en la canasta,
la barra de pan y pan, pan, ya está la lista completa.
Siguiente verso.
Volvemos, abrimos la carta de la Mari,
me devuelve la Mala Leche con alegrí-
-a, y jacarandosi-
-dad.
Con la Guadalupe, la fuerza de la sorora en mi cuerpo, por bandera llevo la vi-
-da.
Y esta se iza y da muchas vueltas y todo lo bueno, se te devuelve.
Luego hablo a la Lie Si, me anima sus palabras, como siempre,
luego no son las 10:34 pero es hora de Mariana al otro lado del tele-
-fono, siempre tan risueña, ajetreada, pero con arte.
Después mejora el día y gracias a Fer
en la humanidad me devuelve la fe,
es enriquecedor hablar con personas que piensan como él,
y luego Toño, el pequeño roedor que va siempre poco a poco, avanzando, erre que erre.
Y lo que empecé con mala leche,
acabará devolviéndoseme con más Mala Leche,
pero a gusto: que alegra siempre
el detalle.
el detalle.
Sobre todo, que me alegráis el día todas las personas que cito
y quedan en el tintero.
Gracias Mari Carmen, por el detalle
qué bonita ereh.