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Mostrando entradas de febrero, 2022

Mochis Maravilla

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Más días así, Es lo único que pido. Aprender de ti Aprender a quererme con tu aprecio. Seguirte con la mirada y ver dónde se fijan tus luceros. Dime, ¿a qué clase de mochi maravilla sabe lo que hay dentro de ti? Quiero ver cómo crecemos, me fascina lo que nos parecemos, me maravilla que sigamos así.   Quiero más cerca de ti, sin segundas intenciones, con giro de argumentaciones, con o sin guiones: quiero verte feliz.   Un brindis por ti y por cada ser mágico que encuentro por ahí. TKM, gracias por estar aquí. ♥

Almendros de Gogh [beautyblossom]

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Guerrera, en tus rasgos podría pintar almendros en tus lloros, persistencia eres la golondrina que pronto anidará. Umbela, reina de la flora que enhebras de manos tejedoras, hilos finos, arpa y caricia en tu regazo la fuerza, en tus puños el valor. Artista que sus miedos boceta, que ve los otoños, sus galas, sus prendas olor a tenacidad que desprenda sus ansias de volar, sus sueños sembrar, priorizar sus metas.   Pitonisa de ojos cansados, maduros que dan paso al criterio sabio de quien previó cien años, eres más musa que divina, eres sujeto con tu propio significado no necesitas notificación, tú misma eres la connotación.   Artemisa de tus luchas, justicia asertadora de sus razonamientos, clara en sus palabras a veces se lo permite y se las inventa.   Entre tantos adjetivos, ninguno contigo acierta inefable la suerte que tengo de conocer a una persona tan bella no me cansaré de ser el post-it que te lo recuerda. Porque cada vez que viajo a tu vera soy testigo fiel de mis confirmacion

My Bucleful Fantasy

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Si sólo te gustan mis ojos ¿dónde queda el resto? En silencio contamos los pasos, se ven próximos los pozos, ¿ adónde vamos si saltamos? Si sólo te gustan mis ojos verás que las gemas empapamos son regalos sin lazos que miran a través de ti; crean vacío , ¿me pones límites, órdenes? contra ellas arremeto. No esperes mantenerme aquí: hice desagües para tus fosos.

Dime, ¿adónde vamos?

Es pecado lo sé. No vine a rezar, ni a rezarte a ti. No vine a eximirme, tampoco quería venir. Pero aquí estamos: tú enfrente de mí. No se trata de pulverizarnos, ni de escucharnos Sólo quería mirar por última vez a esos ojos en los que creí que podía mecerme, en los que podía apaciguar mil años: desvivir sabiendo que no me harían daño. Me equivocaría otra vez, sueño demasiado. Y sin embargo, seguimos aquí Yo ya no veo tu resignación, noto tu respiración no vamos armados, son mundos separados que creímos que se unían en algún lado. Notamos los puñales clavados, los dobles filos que nos hablaron. Añoramos voces que imaginamos cerca cuando nos vaciábamos llorando. Son lágrimas lo que asoman por mis plomizos ojos grisáceos, es ira la que contiene un grito de asco, un casquillo se ha desplomado errado. No te apuntaba a ti; mi reflejo estaba lastimado sólo sé que te escucho a cada rato y tiemblan mis manos por eso dejo escapar a los pájaros e inundo mi cabeza con los cascos cuanto más alto

En línea

Mientras caminaba por el andén, comprobé el móvil que se habían dejado en el asiento en la anterior parada. El tren llegó puntual como me indicaba el mensaje. A pesar de ser la única persona allí, sentía una presencia cerca. »Mensaje nuevo: “¿Estado?”. Miré el perfil del único contacto con el que podía hablar: “En línea”, envié. »Mensaje recibido: “Corre. Pronto no”. El frenazo del metro hizo que se me cayera el móvil en el asiento. ¿¡A qué se refería?! Pero realmente entré en pánico cuando en el reflejo de la ventana sólo se veía al nuevo inquilino, de ese tren maldito, móvil en mano. [Escrito para el concurso: Escuela de Escritores, Madrid, 2022] Pero no sonó la flauta.