¡Me importa un pimiento!
¿Sabes? Ahora de lo que más me doy cuenta es que hay temas muy superficiales a los que no les debería prestar ni un mínimo de atención siquiera. Y eso he hecho. Me he hecho una lista mental de las cosas en las que verdaderamente he de concentrarme. Pero sobre todo sé que ahora mismo, lo que más de todo, ¡es que me importa un pimiento!
¿Cómo? Como oyes.
Concretamente es un pimiento rojo, incluso.
Ahí enterrado lo tengo, en un tetrabrick de zumo de naranja, estrenándose y neófito, jaja, en todos los sentidos. Cociné, hice pimientos y con éste dije, ¿y si te plantó? Y como una cita que no llega a nada, lo planté. Y ahora, a esperar a que crezca y dé sus frutos... o algo. Así que mientras tanto, aquí esperando, sembrando mis semillas y a ver qué frutos dan.