Entradas

Mostrando entradas de enero, 2016

Ayer

Estando a finales de mes y aún con las facturas sin pagar, se pasa el tiempo tras la ventana del cristal. Ve a sus vecinos jugando con la nieve, y el sin estudiar, mira fijamente el techo de estrellas decorado. (He de parar). Vuelta y vuelta, en la cama está. No ha podido sentarse a empollar. Hoy no es su día y sin embargo, no lo será. Hoy el cielo está triste y no es porque vaya a catear. Antesdeayer, a segundos de la preparatoria escuchó en las noticias: "Dos almas más que se van"; una de ellas desconocida... la otra no pudieron soportar sus llantos callar. Ayer, acompañó al padre de la criatura al funeral; ayer no lloró como con el noticiero, como hoy... Una breve oración a pesar de la poca religión que la joven seguía. Ayer fue un día para querer olvidar. Pero no olvidó. Pasan las horas y me siguen sus ojos por la habitación, esa perfecta sonrisa abierta, congelada en la estación cuando se fue de viaje de Erasmus...y al final no volvió. Esa culpa

Un nudo

   Los nudos en la garganta son lo peor. Es como si hubiera un puño directamente dentro de la laringe y éste intentase expandirse haciendo saltar sangre y trocitos de cartílago en el proceso. Cuando abres el grifo de tus ojos y dejas que las lágrimas corran y arrastren consigo rímel y (el) maquillaje (de tu fachada), te crees a salvo. Entonces tragas saliva y el nudo te recuerda su presencia haciéndose más compacto y duro. Tanto que casi impide que el aire pase a tus pulmones. Eso y el propio dolor físico que sientes hacen de tu desgracia, aunque ya lo sea, la más grande del mundo.    Luego intentas calmarte, te tumbas, das vueltas, reflexionas, te muerdes el puño... todo ese tipo de cosas. Para nada. Siempre hay algo en la garganta dando puñetazos desde dentro exigiendo que las lágrimas afloren. Ese algo siempre gana la batalla y se sale con la suya.    Hay dos tipos de llanto: el primero, en el que lloras sin hacer ruido mientras estrujas la almohada, un cojín, a ti mismo (lo q

Destino

Me encanta cuando mis bragas Se pierden entre tus sábanas. Porque es señal inequívoca De que no quieres que me vaya. Me encanta lo que no dices, Pero que se refleja en nuestro abrazo Y en tu cuerpo. Después de todo no es tan malo. Adoro imaginarme las caras De consternación de los vecinos. Hipócritas mojigatos todos, Nadie dijo que los placeres deberían ser inocentes todos. Habrá a quien le parezca mejor o peor. Esos no entienden. No se pueden controlar los impulsos del amor. ¿Y qué me cuentan a mí de pecado, Cuando yo no tengo dioses Ni yo soy dueña y responsable de mi destino? Esther Ochoa 

Lo pequeño que es el mundo...

  La imponente catedral extendía sus agujas hacia el cielo en un intento de  parecer, aún más, el edificio más imponente e inquietante de la ciudad. La lluvia de otoño bañaba sus piedras y golpeaba las antiguas vidrieras. El rosetón viejo, frío y apagado vigilaba la desierta plaza del Mayor mientras las gotas de lluvia saltaban por el suelo y se anidaban en los charcos de las grietas del suelo   Justo enfrente, en una vieja panadería, un chico miraba por el ventanal del escaparate hacia la catedral. El sonido de la lluvia se filtraba en la tienda y danzaba en sus oídos. Si se prestaba la atención suficiente se oía además el ínfimo tañido que tocaban las gotas al golpear en las campanas y el silbido del viento cuando bailaba entre las feas gárgolas.    La campanita de la puerta lo asustó al sonar. Una chica había entrado y esperaba pacientemente frente al mostrador para que él la atendiese.  Llevaba un paraguas de plástico negro cerrado en las manos y éste goteaba en el suelo form

Las luces y la ciudad

Los neones son horribles Y la luz de las farolas también. Parecen los fantasmas de los muertos Atrapadas en estrechos tubos de cristal. Pero tampoco son mejores Los callejones oscuros, Las travesías sin iluminar Y tampoco los parques sin alumbrar. El asfalto es frío y duro Y los adoquines también; Siempre hay alguno suelto, que baila Cuidado, que te puedes caer. Las aceras brillan si se mojan, Como los árboles Y  la yerba también. Los baches se llenan de charcos Esperando a un niño a saltar. La niebla oculta los tejados, Se come las torres y las agujas de la catedral. No hay farola ni foco tan potente Que la puedan disipar. Si te pierdes y no te encuentras, Toma de referencia un punto. Puede que alguna horrible luz Te pueda llevar al  hogar. Esther Ochoa

Verdades

Cuando se necesita librar una batalla interior, Furia charla con la Calma, la Venganza toma un té con la Paciencia, el Dolor apacigua a la Felicidad: llora por Destino, Agonía canta una canción a Reposo, Muerte acompaña a Rosa por un cementerio, un silbido hace rugir el viento, y Vida no tiene mejor cosa que hacer: contemplar a Catástrofe, ella sabe cómo aprovechar cada minuto... Delirios regala flores a Cordura pero ella guarda un secreto, y es que en el triángulo amoroso Nadie queda ileso, Ninguno le acompaña en el sentimiento. Demencia tiene celos de Juicio, se pasa todo el día con Justicia, aventurándose con casos extraños... Y luego está Nada; es muy coqueta, siempre va arreglada, improvisando en los peores momentos, anda despistada, una dulce Ley es odiada por sus continuas coincidencias con Criterio, él siempre sabe qué hacer, pasean de la mano, por el juzgado, hablando. Sinceridad ha perdido muchos casos... Otra

How are you?

Maybe I'm crazy Maybe I'm in love Maybe both things Maybe I'm not. Might be on a prision Might be on jail Might my madness measures In centi-degrades. Must be it a pleasure Must be complain Must catch your wishes And runaway. May I considere a person May is the month you pray May you kiss the leisure Of my death. Crying and sent With care and rage With love and hate Wake me up... ...when all have ended. Vicky

Anís en tus labios

Si hay anís en tu boca canta un ruiseñor el degustar un poquito el azúcar de tu amor. Si hay anís en tu alma eres un azucarillo, guapa, bella y hermosa te lanzo yo un guiño. Si hay lágrimas en tus ojos serán dulces penas que poco a poco se apagan con el cantar de las hienas. Si hay grietas en tu mente resguárdate en el porche puesto que este corazón demente sintió, tu llegada anoche. Si hace frío en esos brazos estrújate en los míos yo te daré una película vital y un amor incalculable. Si hay anís en tus labios al sentir los míos piensa que siempre estoy hablando de tus ojos vivos. Si hay furor en tus palabras las mías serán más violentas quiero decirte todo ahora quiero decirlo, y que lo sientas. Si hay luz en tu mirada dime que me quieres porque si no me lo dices me hieres. Si hay un final feliz será a tu lado una princesa durmiente a mi costado. Tú.

Dolma cantando (Dolor del Alma)

Con la mirada perdida Con la mente ausente, Con la voz afligida, Con el alma en llanto. Con el corazón en un puño, la garganta suena a espanto, con dos ojos en tinta roja, estallados y hartos. Con la mirada perdida, y el cuerpo curado de espanto, con los brazos agarrados, dándose un abrazo. ¿Quién canta? ¿Quién está cantando? ¡Oh! Es Dolma, la del llanto amargo. Vicky

¡Boom!

-Tengo tantas cosas en la cabeza… que no sé por cuál empezar. ¡No empezaré!  Guardadas en mí se quedarán. -Pero, ¡explotarás! -Entonces, hablaré…