Un caramelo sabor generosidad
Ana Tijoux dice que en ti se puede ver alguien como yo, y yo también lo creo así.
Yo también creo en ti cuando quieres alcanzar las estrellas sin cohete a propulsión,
sólo con tu único próposito: resistir.
Creo en ti
cuando te dices que igual hoy ha sido un buen día y que puede continuar mejor, si te lo propones,
porque son los "poco a poco" los que hacen de tu interior latir.
Nunca has estado sola, lo sabes bien, aunque te cuesta creer, nunca lo vas a estar,
estaremos aquí para reír y para llorar, para existir y protestar.
Además siempre es de agradecer tenerte aquí: esto va dedicado a un caramelo sabor generosidad
indudablemente me refiero a alguien cándido,
como el mejor abrazo,
exclusivo,
como un regalo bonito,
peculiar,
como tú, siempre tan natural y familiar.
Creo en ti
cuando quieres en ti plasmar, como en el mejor lienzo, poro a poro, tu vida.
El soplo de lo que se iba y que quieres recordar:
un recuerdo que florecerá con el tiempo, ya verás, y cuantos más segundos vivas, más flores tendrá.
Creerás que por plorar no haces más que impregnarte en esa turbia oscuridad pero,
esas aguas que llueves humedecerán la semilla que te hace indeleble
como la tinta que en vena llevas escrita: tu esencia vital:
en cada sonrisa que hilas al hablar, aunque no te des cuenta, están presentes
porque esos gestos, te los mereces.
Por amiga, por hermana, por pandita.
Creo que deberías enorgullecerte siempre por cada milésima de ti que das.
Pues persistentes son las alas que no te dibujas, pero hacen de ti, ángel, volar;
porque fortaleza es tu mejor estrategia, tu coraza del mejor que navega, sí mi capitán,
y porque el caparazón que endurece el paso del minutero "experiencial",
como tortuga que se toma su tiempo en llegar,
avanzas pasitos pequeños para, adónde te propongas, tus metas alcanzar.
Y sobre todo a ti, por artista, porque si te quedas sin camino, lo puedes dibujar.
Te agradezco y por ello que brindo, que seas parte de mis vínculos de amistad.
A mi muy sincera amiga: Natalia, alias, el caramelo sabor Generosidad.
Yo también creo en ti cuando quieres alcanzar las estrellas sin cohete a propulsión,
sólo con tu único próposito: resistir.
Creo en ti
cuando te dices que igual hoy ha sido un buen día y que puede continuar mejor, si te lo propones,
porque son los "poco a poco" los que hacen de tu interior latir.
Nunca has estado sola, lo sabes bien, aunque te cuesta creer, nunca lo vas a estar,
estaremos aquí para reír y para llorar, para existir y protestar.
Además siempre es de agradecer tenerte aquí: esto va dedicado a un caramelo sabor generosidad
indudablemente me refiero a alguien cándido,
como el mejor abrazo,
exclusivo,
como un regalo bonito,
peculiar,
como tú, siempre tan natural y familiar.
Creo en ti
cuando quieres en ti plasmar, como en el mejor lienzo, poro a poro, tu vida.
El soplo de lo que se iba y que quieres recordar:
un recuerdo que florecerá con el tiempo, ya verás, y cuantos más segundos vivas, más flores tendrá.
Creerás que por plorar no haces más que impregnarte en esa turbia oscuridad pero,
esas aguas que llueves humedecerán la semilla que te hace indeleble
como la tinta que en vena llevas escrita: tu esencia vital:
en cada sonrisa que hilas al hablar, aunque no te des cuenta, están presentes
porque esos gestos, te los mereces.
Por amiga, por hermana, por pandita.
Creo que deberías enorgullecerte siempre por cada milésima de ti que das.
Pues persistentes son las alas que no te dibujas, pero hacen de ti, ángel, volar;
porque fortaleza es tu mejor estrategia, tu coraza del mejor que navega, sí mi capitán,
y porque el caparazón que endurece el paso del minutero "experiencial",
como tortuga que se toma su tiempo en llegar,
avanzas pasitos pequeños para, adónde te propongas, tus metas alcanzar.
Y sobre todo a ti, por artista, porque si te quedas sin camino, lo puedes dibujar.
Te agradezco y por ello que brindo, que seas parte de mis vínculos de amistad.
A mi muy sincera amiga: Natalia, alias, el caramelo sabor Generosidad.
A Natalia Pino, con mucho cariño.