Te estaré esperando
Hacía tiempo que no oía la palabra que me propusiste,
quizás porque en la vida pocas veces me la he encontrado viva
entre las sonrisas de la gente, o en las cosas que me decías,
pero pensé que si me la dijiste era porque todavía existe.
Empecé a rebuscar entre mis recuerdos, y me sorprendí al encontrar el término en una esquina quieto,
—Aléjate de mí, me espetó,
Que pocos son los seres que saben mi uso correcto.
Me miraba en silencio, agudizando su percepción para catarme hasta el compás de mi aliento.
Sé que estabas esperando a que Honestidad, el vocablo, volviera a tus brazos,
pero a veces hay palabras que saben que como poeta no valgo,
por eso les dejo un obsequio de regalo
por si algún día volvieran a mí, que sepan que les estaré esperando.
[4 de octubre con: HONESTIDAD. Aportación de C.P.U.]