Dos no acompañan si uno no vuelve.
Pintaban bastos, pero me lo jugué todo al negro,
notaba el letargo, sólo acariciabas mi cuello,
lo dejamos de lado, la saudade no ocupa espacio,
quisimos todo y perdimos tanto,
ya no sabemos caminar despacio.
Corrían las flores por tus rojos pétalos
y maldecían los temores, que no hubiera amores para candiles apagados.
Desgastamos el tuétano, por enamorarnos hasta los huesos
y no ver más allá de esos falsos versos,
que a brazos del otro no estábamos destinados.
Soñamos con la compañía de quien jamás estuvo a nuestro lado,
y desechamos con apatía a quienes se quedan en los silencios más holgados.
¿Por dónde nos quedamos?,
no pronunciaremos más esas palabras:
tú porque ya te fuiste, yo porque mi boca está sellada.
[15 de octubre con: SAUDADE. Aportación de Lady Madrid]