Recuerda: siempre a tu vera.
Si te fijas... cada persona mira por una mirilla,
hay quien no sabe qué hay detrás de las cortinas,
unas ventanas tienen cristal y otras velos de finas tiras,
y me dices adónde irán las miradas cuando piensan, y adónde cuando el mar está en calma,
y no sé qué contestar, por eso prefiero quedarme mirándote: es esa expresión en tu cara
parece un suspiro del alma,
una ilusión poética que pinta una mueca natural entre oreja y oreja.
¿Sabes? Siempre me ha fascinado fijarme en los pequeños detalles que tienes
siempre estás en los mejores momentos, y en mis peores, siempre vienes
te arrodillas y me acompañas al lado o a distancia, pero siempre abres la rejilla
ésa que encierra mis pesadillas, un espacio repleto de silencio, limbos, esculturas de arcilla
algún que otro pinillo conseguido...
Y siempre sabes ver la belleza de lo sencillo,
sacar polvo a trofeos que se dieron,
sin pasión, sin humanismo ni sentimiento,
y sabes sembrar sonrisas y alegrías.
Hacer florecer las jacarandas y "tus otras plantitas"
como chamana floral de las mil maravillas.
¿Y sabes qué es lo mejor de toda esta parafernalia? Que nos conocimos de chiripa
y tan pronto vimos una igual a quien confiar nuestras oscuridades, encendimos con chispas
y ahora hay velas sobre el río, y farolillos indicándonos el camino.
Y si no es felicidad definida en pequeños detallitos, no sé qué es.
Me alegro de haberte conocido.
[18 de octubre con: FELICIDAD. Aportación de Celeste]