Petalo rosso

Los gánsters no lloran.

Me lo grabaron a fuego entre la venganza y la lealtad.

Sólo cambian de armas, se disipan los bandos.

Se besan las manos del amo

se tiñen las rosas al despuntar el alba, amanece la claridad accidentada.


Los gánsters no duermen.

Ni sus sombras. Ni sus almas. Ni sus conciencias ni los vientres

sangre fría o sangre de hierro, 

para matar con pistola o con desprecio,

para dejar el arma sin huellas, al cuerpo sin huesos.

 

Todo son accidentes. Sólo los gánsters se hacen.

Hay muy pocas casualidades.

Hay muchas rivalidades.

Suena siempre el saxo triste de ambiente.

Hoy no mueres. Hoy tuviste suerte.


Los hermanos de sangre no temen a la muerte.

Sólo el código es la vida, sólo los que lo saben, obedecen.

Nunca te arrodilles

me grita, mientras una nueve le apunta y el gatillo chilla. No va a volver.


Los gánsters no vuelven.

Nunca se van. Siempre están presentes.

El pasado huele a venganza, corrupción y alianzas. ¿Dónde quedaron esos labios rojos perennes?

Dime dónde. No veré anochecer oscuro. Todo negro lo veremos con esas lentes.


Los gánsters no lloran.

Sangran. Matan. Mueren


 [23 de octubre con: GANSTERS*. Aportación de Lucky]

*El envolvente y peligroso mundo de la mafia

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