...Por el arrecife
Acendrado
Puro, sin mancha ni defecto, perfeccionado.
Le juró ser inaccesible hasta la vuelta de su ida
como la loca de San Blas, emana su acendrado cabello
la duda, y delira.
“Le juró que volvería”, en el muelle sin faro, “ella
juró que esperaría”
que la flor de su coraza inmarcesible por él latiría
pero ya no es más que parte del precipicio.
¿Por dónde arrojó su vida…?