No pasa nada.
Otro día más, período de Corrientes Altas.
No pasaba nada.
Básicamente nada. Los días son iguales. ¡Oh, mira! Eso es nuevo. Parece un collar de perlas o un coral anómalo de seis huecos. ¡Qué maravilla! Pero nada nuevo. Hoy el aire se respira limpio, el vecino me ha saludado como de costumbre, se ha percatado de lo bien que me había quedado mi fusiforme cuerpo, tras la ardua labor de Don GamGam Ba y su pulcro trabajo de limpieza.
Pero nada más destacaba más allá de la masa uniforme de resíduos que navegaba deambulante a la vista de todos los vecinos. Sinceramente ya nos lo tomábamos como parte de la urbanización, pero un día apareció ahí, como un nubarrón oscuro compuesto de diferentes formas, unas más traslúcidas que otras y navega a la deriva. Cada día hacia un barrio distinto. Los corales ya no están tan limpios. Recientemente la familia de la difunta en medio del campo abierto convocó una semana de luto por la fallecida. Y poco más nada.
La vida sigue flotando aquí en Coral de Alcantarilla Sumergida.
Poca novedad hay, así que, sigo nadando.
Atentamente,
Don Globo