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Dadle al coco, que es sagrado

Érase una segunda vez, una monja caribeña que bendecía a los fieles de Christian Jesuçao, divinidad del Caribe, con licor de coco del cocotal sagrado de Caribe Abajo, una aldea en medio de todas las direcciones, donde Jesuçao se perdió a sí mismo.

Y un día, subiendo para Caribe Abajo, la monja se encontró con un samaritano que estaba despotricando contra todo ser viviente. Y éste le criticó todos los males del mundo en una sola frase sin casi coger aire. Y la monja lo observó con interés y callada. Y cuando acabó su retahíla de insultos encadenados, la monja le invitó a que le acompañara al cocotal para recoger el coco de cada día y hacer con él licor de coco para bendecir a los fieles. 

El samaritano despotricador aceptó. A lo largo de todo el trayecto estuvo quejándose de todo un poco, echándole la culpa al sol que hacía, al terreno de grava que había, a los pájaros que volaban, a las nubes que se oscurecían. Y cuando por fin llegaron, la monja se subió al cocotero de un salto, sacó del sagrario el sable plegable y empezó a evaluar EL coco perfecto.

El samaritano despotricador le señaló el que veía más maduro mientras se quejaba de lo alto que estaba el cocotero que había elegido la monja de entre todos del cocotal, de lo feos que eran los cocos, tan peludos y sosos, de que el coco era una fruta triste...

Entonces la monja en silencio bajó del cocotero y el samaritano se extrañó, porque la monja bajó con dos. Y le preguntó el porqué de bajar con dos cocos. Y la monja sacó licor destilado y puro de debajo de su sotana, tajó uno de los cocos, vertió licor en el coco, tapó el coco, agitó el cocóctel con ganas, y luego destapó el coco y se lo entregó. Y le dijo:
—A partir de hoy, dale al coco, que es sagrado cada tres sábados noche y todos los problemas que tanto piensas y despotricas sin ton ni son, desaparecerán.
El samaritano despotricador le miró, asintió y empinó. Y el milagro de la monja hizo que el samaritano despotricador dejara tanto de despotricar dándole al coco, que es sagrado.

Y a la monja caribeña, tras el milagro del coco del cocotal, la bautizaron como Sorcocorrista. Y tras la epifanía de Christian Jesuçao y su nacimiento de las caderas  de la Virgen de Oliva, sonó la misa de la celebración: meinos salsa y mais trabaiar.

Y bebieron felices y comieron hasta que les salió por las narices y a todos nos intentaron dar con el coco en las narices, pero iban con tal pítima, que veían por triplicado y de ahí que Dios sea hijo, padre y espíritu santamente borracho. La resaca fue bíblica.

Dedicado, por echarnos unas risas ayer, a mi Maricona de la vida,
porque el mensaje es el mensaje.
Y a la que llamo yo mi hermana, Sores al poder.


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L O+ L E Í D O · A Y E R

Hegoak [ w i n g s]

@ ophelias_dream « Hegoak ebaki banizkion neria izango zen ez zuen alde egingo Baina horrela ez zen gehiago txoria izango » _ Mikel Laboa   [Si le hubiera cortado las alas, sería mía. No huiría. Pero si lo hubiera hecho, no sería más un pájaro]      Yo nunca fui mi pun to fuerte entre hoy, ahora y mañana la vida será otra,   las alas no más rotas las palmas ya sin cortes las zarzas sin espinas cortas las corazas fuertes como montes   Yo nunca fui mi punto de encuentro entre aquí, luego y allá me encuentro perdida,   los ojos no más rojos los labios sin morder los poemas de caza en cotos los mensajes sin responder   Yo nunca fui mi punto y seguido siempre puntos suspensivos y aquí estamos.  

a través

«Sólo se gana su libertad quien la conquista de nuevo cada día.» _Fausto de GOETHE me conquisto y abandero ¿mi revolución?: querer mi cuerpo entero, ¿libertad?: verme a través del reflejo, entre los escombros, guía la figura, atentas, miran las incógnitas, con ahínco, sopesa las sospechas: los cambios maduran y estrechan los lazos adornan y reflejan a Alicia, a la verdad tras la espesura, me resisto y desetiqueto ¿mi criterio?: personas libres ¿cordura?: soñar con delirios, descubrirme es un tesoro y las llaves en el mar profundo derrocho almíbar, ambrosía y amor, descubren contiguas, mis manos al sol, escuchan melifluas, miradas en rocío, recuerdos: escondidos en los dedos me premio y alabo me curo y me desquebrajo alzo el vuelo y aquí aparco: la huella de mi filosofía. 

pico tres-cientos (laladróndrón) [0304]

@ rebecafleur   Me cabrea tanto tu soberbia en la mirada no soy menos que tú cometes los mismos errores que yo es no hablar para que no te subas a la parra para que no me digas que soy una exagerada para que no me digas nada para que no me taches de lo que pecas para que no creas que soy de tu condición como un ladrón No estamos en el mismo saco. En tu liga yo ni salgo. En tu concepto, no ni valgo. Pero eres como él. Quieras o no aceptarlo, ya lo hablamos En cierta medida. Y aunque me digas que yo también es un argumento vago.  Yo elegí matar esa parte de mí. Y edificar otro campo allí. Sembré sobre quemado. Y así No seré lo que tú me digas. Así que borra esa sonrisilla.  Que a veces más que asco me das pena. Y no deberías simplificarte a tan poca cosa, yo creía en ti. En que llegarías a ser otra persona No tan poca cosa. Anda, hazlo por ti. No soy de tu condición. Tenlo ahí.

quiero ser un felino

  «Aprenderás a convivir //  Con las partes menos bellas que hay en ti [...]  Pero sí, de algo hay que vivir» _Aprenderás de Rigoberta Bandini estas mañanas para descansar de ti inquietud; no aquí. esa tranquilidad... dónde estará cuando se despierta la incertidumbre fuma inquietud y exhala nerviosismo, mejor no cruzarse con ella; quiero ser un felino... que no me rompan rotos ni descosidos que no me estorben humanos insustanciales ni creídos, que si molesten, arañe y sea bien visto, pero me tocó ser humana, y ahí vivo; esa paz... dónde quedará cuando sienten zen y zentauri no sale se escapa al ver a las cabras pelearse, mejor de ellas olvidarse, y existir.