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Muere o mata (VI): Coronar

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Respiró hondo, el corazón le bombeaba sangra que el cerebro parecía registrar como si de una computadora de datos se tratase. Oía su propia respiración como si otra persona estuviera detrás soplándole la oreja. Los vítores y los abucheos se escuchaban como cacofonías; él ya noe staba como para escuchar a nadie. Ahí quedaba su acción. Él había actuado y no había vuelta atrás. No dejó de mirar al suelo, tampoco soltó la maza que tenía en su otra mano. Morir o matar, se lo había grabado a fuego desde la última pugna, y no quería acabar como todos los demás. La maza goteaba. Sólo podía quedar uno en pie, pero ya estaba cansado de todo aquello. El público se le antojaba borroso, una masa gris y focos. No tenía claro que fueran personas, sólo ruido, mucho ruido y poco corazón. Sólo dosis de adrenalina que animaban a seguir adelante: por orgullo, por apoyo, por odio, por asco, por repulsión.

El goteo casi como lluvia le taladraba la cabeza; notó en su encorvada figura el golpe del pesar. Sus ojos en blanco, perdiendo esa luz vital... «Adiós compañero». A nadie se le puede considerar amigo en este ruedo. Ésa fue la segunda lección que aprendió después del primer enfrentamiento. En una lucha por sobrevivir, todos miran por sus adentros... Literalmente. Quien no me vísceras de otros, ve las suyas mientras encuentra a quien quiera que crea al otro lado del túnel.

No los vio venir, siquiera los oyó llegar. Pero su trinfo le coronó una vez más. Lo iban a laurear una vez más. Una noche más de poder dormir en la misma celda de campeones que todos los demás. No somos más que ratas en un circuito donde si alguien aprieta un botón, caes; y si no, otro, y cae un compañero por ti. Y así todos los días.

Unos hablan de otros niveles, de otras plataformas. Todo es un juego, y si lo sabes jugar, no pierdes vidas. No hay puntos, salvo que tengas heridas y maña para cerrarlas. Todo es un juego, y no hay ases bajo la manga, sólo ingenio del que aprecia su vida. Hablan de muchas cosas que no entiendo y nadie te ayuda a comprenderlo. Sólo tengo el móvil sin señal al que le llegan los mismos mensajes perturbadores de siempre. Esta vez el mensaje estaba en la cara del compañero: «Elección: Matar».



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L O+ L E Í D O · A Y E R

Hegoak [ w i n g s]

@ ophelias_dream « Hegoak ebaki banizkion neria izango zen ez zuen alde egingo Baina horrela ez zen gehiago txoria izango » _ Mikel Laboa   [Si le hubiera cortado las alas, sería mía. No huiría. Pero si lo hubiera hecho, no sería más un pájaro]      Yo nunca fui mi pun to fuerte entre hoy, ahora y mañana la vida será otra,   las alas no más rotas las palmas ya sin cortes las zarzas sin espinas cortas las corazas fuertes como montes   Yo nunca fui mi punto de encuentro entre aquí, luego y allá me encuentro perdida,   los ojos no más rojos los labios sin morder los poemas de caza en cotos los mensajes sin responder   Yo nunca fui mi punto y seguido siempre puntos suspensivos y aquí estamos.  

a través

«Sólo se gana su libertad quien la conquista de nuevo cada día.» _Fausto de GOETHE me conquisto y abandero ¿mi revolución?: querer mi cuerpo entero, ¿libertad?: verme a través del reflejo, entre los escombros, guía la figura, atentas, miran las incógnitas, con ahínco, sopesa las sospechas: los cambios maduran y estrechan los lazos adornan y reflejan a Alicia, a la verdad tras la espesura, me resisto y desetiqueto ¿mi criterio?: personas libres ¿cordura?: soñar con delirios, descubrirme es un tesoro y las llaves en el mar profundo derrocho almíbar, ambrosía y amor, descubren contiguas, mis manos al sol, escuchan melifluas, miradas en rocío, recuerdos: escondidos en los dedos me premio y alabo me curo y me desquebrajo alzo el vuelo y aquí aparco: la huella de mi filosofía. 

pico tres-cientos (laladróndrón) [0304]

@ rebecafleur   Me cabrea tanto tu soberbia en la mirada no soy menos que tú cometes los mismos errores que yo es no hablar para que no te subas a la parra para que no me digas que soy una exagerada para que no me digas nada para que no me taches de lo que pecas para que no creas que soy de tu condición como un ladrón No estamos en el mismo saco. En tu liga yo ni salgo. En tu concepto, no ni valgo. Pero eres como él. Quieras o no aceptarlo, ya lo hablamos En cierta medida. Y aunque me digas que yo también es un argumento vago.  Yo elegí matar esa parte de mí. Y edificar otro campo allí. Sembré sobre quemado. Y así No seré lo que tú me digas. Así que borra esa sonrisilla.  Que a veces más que asco me das pena. Y no deberías simplificarte a tan poca cosa, yo creía en ti. En que llegarías a ser otra persona No tan poca cosa. Anda, hazlo por ti. No soy de tu condición. Tenlo ahí.

quiero ser un felino

  «Aprenderás a convivir //  Con las partes menos bellas que hay en ti [...]  Pero sí, de algo hay que vivir» _Aprenderás de Rigoberta Bandini estas mañanas para descansar de ti inquietud; no aquí. esa tranquilidad... dónde estará cuando se despierta la incertidumbre fuma inquietud y exhala nerviosismo, mejor no cruzarse con ella; quiero ser un felino... que no me rompan rotos ni descosidos que no me estorben humanos insustanciales ni creídos, que si molesten, arañe y sea bien visto, pero me tocó ser humana, y ahí vivo; esa paz... dónde quedará cuando sienten zen y zentauri no sale se escapa al ver a las cabras pelearse, mejor de ellas olvidarse, y existir.