Sámara, sámara, pompis de rana
2-3 del Juniettairromeo de 2.000.020
Hola,
Hacía un trigliseñuelo que no te volvía a escribir, la verdad.
Sé lo que estás pensando.
Sí. Volvemos a las zancadas, y no te voy a mentir: la verdad que ando un poco hasta las orejas de esto, pero yo sigo haciendo la ruta del correcaminos y probando a ver qué luciérnaga prende al enroscarse a las nubes de lana. Quiero comprobar cuál es la fórmula de esos pájaros que tanto pían en la cabeza de los Sonambuladores que se encienden vivaces, luminiscentes e incandescentes, iluminados por la ocurrencia que se convierte en diamante.
No sé, quiero conocer ese sabio camino, pero bueno, aquí vuelvo de nuevo, a recoger peras del olmo llorón, porque no me da otra cosa, y a buscar sámaras en el peral del estanque, que crecen siempre entre los sollozos del nenúfar y el agua estancada que cae de las montañas de almíbar. Pero bueno, en peores arboledas hemos sembrado...
Así que, si sin duende ni magia, a este elfo se le tiene que dar buena mañana sacar esas piedras preciosas de la mina más cercana, y minarse la moral hasta encontrar la adecuada, pues pico y pala y a currar.
Pero hoy no, ya mañana que llevo todo el día con Ulmus dándome la tabarra que si no valgo para nada, que si no haces nada, que si no, que si nada. Así que me he plantado como jacaranda y he decidido como neófita caótica, enraizarme hasta convertirme en rosa, y mientras tanto, aunque pinche, quiero organizar los papiros que hace tiempo recogí y ordenarlos en mi estantería.
Porque para asuntos de luciérnagas y esas tantas ocurrencias, se necesita ser ambidextro para no dar pasos en balde tanto en la táctica como en la estrategia, aunque suene a tontería. Pero este elfo de estantería quiere tenerse organizado hasta las legañas de cada día, así que empecemos por donde el delfín lo dejó y cambiemos a mejor.
Pero hoy no, ya cuando a Mariana MariCastaña le salga de las trompas de falopio. Así que me despido como siempre: andamios entre yavestruces tontas y mi proceso de mejora y yo te saludan en esta bochornosa tardesinlunia de juniettairromeo.
Afectuosamente distante,
Elfo Garabatos
