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NIJTA OSCURA: BAJO LA CAPA

[...]

Manteníamos el flujo mientras le retirábamos todo el veneno de la herida, la infección podría haber desarrollado una zoonosis, por lo que actué rápido. Buscaba una píldora de sémola en una de mis cartucheras para dársela al animal; éste comenzaba a salivar como si sufriera la rabia. Le pasé la pastilla e Hiro movilizó el cuello del animal y le obligó a tomársela.

—¡Gghaaagha!—Hiro soltó un juramento porque el animal, a la hora de comerse la pastilla, le mordió la mano. Ambos bufaron. «Cómo se notaba que no éramos tan distintos unos animales de otros». Comprobé las vitales del animal y parecía más estable que antes. El animal respiraba sofocado por la angustia mientras acariciaba su lomo.

Observé a Hiro rumiarse una serie de juramentos. No recuperaría su voz hasta pasados unos días.

—Hemos de reunirnos con el resto.

Silbé al viento a la espera de una respuesta por parte de alguno de los zharinos; pero no la hubo. Realmente me preocupaba la situación: una gran mayoría de lo que podría ser una Compañía maltrecha se encontraba perdida. Pero no nos íbamos a quedar allí; pintaba muy mal la situación, no estábamos lo suficientemente cerca de la zona más ambigua de las extensas estepas de las Nihil Terras, pero el paisaje no daba ninguna pista para poder ubicarnos geográficamente. «Si no nos guiásemos por impulsos, ahora no estaríamos así», me dije resignada, pero guardando las apariencias. Hiro miraba con asombro al licántropo que respiraba costosamente, recuperándose de su anterior malestar.

—No estás solo.

La bestia se dio por aludida. Nos observaba en silencio: sus ojos agradecían la ayuda pero en lo más oscuro de sus pupilas se rifaban los próximos movimientos. Elegir la incertidumbre de la situación frente a nuestra salvación. Avisté sus intenciones.

—Matar a tu salvador, no te libra de un castigo posterior.

La bestia escudriñó los ojos; parecía indignarse al saber que le leía la mente.

—La espesura de este bosque no es para solitarios. —Pero al no obtener respuesta, siquiera movimiento, cambié de parecer frente a la bestia. No se recuperaría del todo, como Hiro, hasta después de un rato, así que teníamos mejores cosas que hacer. «El tiempo corre». —Nos vamos.

Hiro reaccionó al instante y se separó de la bestia que comenzaba a respirar con normalidad, no obstante con alguna pequeña dificultad.

—Que Pachamama guíe tus caminos.

[...]


[Fragmento integrado dentro de un proyecto de novela real en proceso (por Victoria H.C. )]


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L O+ L E Í D O · A Y E R

Hegoak [ w i n g s]

@ ophelias_dream « Hegoak ebaki banizkion neria izango zen ez zuen alde egingo Baina horrela ez zen gehiago txoria izango » _ Mikel Laboa   [Si le hubiera cortado las alas, sería mía. No huiría. Pero si lo hubiera hecho, no sería más un pájaro]      Yo nunca fui mi pun to fuerte entre hoy, ahora y mañana la vida será otra,   las alas no más rotas las palmas ya sin cortes las zarzas sin espinas cortas las corazas fuertes como montes   Yo nunca fui mi punto de encuentro entre aquí, luego y allá me encuentro perdida,   los ojos no más rojos los labios sin morder los poemas de caza en cotos los mensajes sin responder   Yo nunca fui mi punto y seguido siempre puntos suspensivos y aquí estamos.  

a través

«Sólo se gana su libertad quien la conquista de nuevo cada día.» _Fausto de GOETHE me conquisto y abandero ¿mi revolución?: querer mi cuerpo entero, ¿libertad?: verme a través del reflejo, entre los escombros, guía la figura, atentas, miran las incógnitas, con ahínco, sopesa las sospechas: los cambios maduran y estrechan los lazos adornan y reflejan a Alicia, a la verdad tras la espesura, me resisto y desetiqueto ¿mi criterio?: personas libres ¿cordura?: soñar con delirios, descubrirme es un tesoro y las llaves en el mar profundo derrocho almíbar, ambrosía y amor, descubren contiguas, mis manos al sol, escuchan melifluas, miradas en rocío, recuerdos: escondidos en los dedos me premio y alabo me curo y me desquebrajo alzo el vuelo y aquí aparco: la huella de mi filosofía. 

pico tres-cientos (laladróndrón) [0304]

@ rebecafleur   Me cabrea tanto tu soberbia en la mirada no soy menos que tú cometes los mismos errores que yo es no hablar para que no te subas a la parra para que no me digas que soy una exagerada para que no me digas nada para que no me taches de lo que pecas para que no creas que soy de tu condición como un ladrón No estamos en el mismo saco. En tu liga yo ni salgo. En tu concepto, no ni valgo. Pero eres como él. Quieras o no aceptarlo, ya lo hablamos En cierta medida. Y aunque me digas que yo también es un argumento vago.  Yo elegí matar esa parte de mí. Y edificar otro campo allí. Sembré sobre quemado. Y así No seré lo que tú me digas. Así que borra esa sonrisilla.  Que a veces más que asco me das pena. Y no deberías simplificarte a tan poca cosa, yo creía en ti. En que llegarías a ser otra persona No tan poca cosa. Anda, hazlo por ti. No soy de tu condición. Tenlo ahí.

quiero ser un felino

  «Aprenderás a convivir //  Con las partes menos bellas que hay en ti [...]  Pero sí, de algo hay que vivir» _Aprenderás de Rigoberta Bandini estas mañanas para descansar de ti inquietud; no aquí. esa tranquilidad... dónde estará cuando se despierta la incertidumbre fuma inquietud y exhala nerviosismo, mejor no cruzarse con ella; quiero ser un felino... que no me rompan rotos ni descosidos que no me estorben humanos insustanciales ni creídos, que si molesten, arañe y sea bien visto, pero me tocó ser humana, y ahí vivo; esa paz... dónde quedará cuando sienten zen y zentauri no sale se escapa al ver a las cabras pelearse, mejor de ellas olvidarse, y existir.