2-3 del Juniettairromeo de 2.000.020 Hola, Hacía un trigliseñuelo que no te volvía a escribir, la verdad. Sé lo que estás pensando. Sí. Volvemos a las zancadas, y no te voy a mentir: la verdad que ando un poco hasta las orejas de esto, pero yo sigo haciendo la ruta del correcaminos y probando a ver qué luciérnaga prende al enroscarse a las nubes de lana . Quiero comprobar cuál es la fórmula de esos pájaros que tanto pían en la cabeza de los Sonambuladores que se encienden vivaces, luminiscentes e incandescentes, iluminados por la ocurrencia que se convierte en diamante. No sé, quiero conocer ese sabio camino, pero bueno, aquí vuelvo de nuevo, a recoger peras del olmo llorón, porque no me da otra cosa, y a buscar sámaras en el peral del estanque, que crecen siempre entre los sollozos del nenúfar y el agua estancada que cae de las montañas de almíbar. Pero bueno, en peores arboledas hemos sembrado... Así que, si sin du