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Zentauri

Perspectiva Zentauri
Nos dimos un tiempo.
Eso lo sabemos.

Acaricié sus pómulos. Estaba nerviosa, era un gran salto y no tenía la suficiente confianza como para darlo. Me agarró de la mano fuertemente y fue dirigiéndome la mirada despacio.
"¿Y si no llego al otro lado?", preguntó temerosa de no poder lograrlo.
En cambio, la miré con grandes ojos, las mismas gemas que se confunden con los océanos cuando lloran y me topé con sus grisáceos.
"Mira, Griselda, eres sin capa, la que vuela; y sin alas, el ángel que de aquí hasta arriba, despega".
Giró su cabeza y miró a sus zapatos. Tragó saliva e intentó no emocionarse de nuevo, estaba realmente a punto de dar un gran paso y ni ella se lo creía. Volvió a mirar al precipicio que separaba el ayer en el que nos encontrábamos y el mañana que esperaba.
"No estoy preparada", me dijo, tornando su cabeza abruptamente, al punto de llorar.
Y fue entonces cuando me arrodillé. Supe que era mi deber aportarle mi apoyo a aquélla que una vez fui, y así lo hice:
"Mira, Griselda, creceremos juntas, nunca te dejaré huir, huiremos juntas si es necesario. Y si hay que caer, caeremos juntas. Nos levantaremos juntas e iremos hacia adelante. Y si hay que mirar atrás, se mira. Y si hay que retroceder y tomar un atajo, se toma. Pero si hay una montaña en el camino, tomaremos de la mano nuestros sinos y poco a poco, llegaremos a la punta. En la cima gritaremos eufóricas y por el camino conoceremos Maravillas y seres fantásticos, unos nos ayudarán, otros nos cortarán atajos. Pero todo te hará más sabia, más fuerte, te hará pensar más rápido. Te harás persona, cruzarás el asfalto, cambiarás de aceras hasta que encuentres tu propio atajo, pero mantendrás tu esencia, y eso es para celebrarlo."
Recordé los vocablos que una vez me dedicó mi otro yo,
el mismo que ahora madura con cada cumplido año.

En aquella madrugada mi corto cabello ya ondeaba el cielo, pero
todavía no traspasaban las miradas al trasluz: no reaccionaba.
Agazapada en quien me protegió desde el cariño y el alma,
presiento que algo bueno va a ocurrir cuando menos me lo espero.

Sonaron los relojes: eran las 11:19, y me di tiempo.
Estaba a menos de un parpadeo de nacer y crear de mi inicio, un universo.
Soplaron los cuatro vientos: era tiempo de crecer y me fui componiendo,
era una mezcolanza de melodías, unas más románticas, otras de sonidos más tuertos,
pero me regocijé entre los Poemas de Edgar y las Prosas en verso...
Tuve épocas de desaparecer, pero seguí surgiendo.
Emanaba la curiosidad por cada poro, creí ser felino por un rato,
y cansé mis párpados discerniendo el porvenir. Algo había roto, había que arreglarlo.

En aquella mañana, ya tardía, sonó el corazón palpitando.
Perspectiva nacía envuelta en peculiaridades que nadie más veía,
reparaba con tiritas las heridas que causaban las verdades
y plasmaba en binario codificado la historia de una diminuta heroína.
En aquel segundero, su corazón daba cabida al transeúnte que necesitara ayuda
y por él desvivía, partiendo en su búsqueda: "¿adónde es que huía?".

He aquí después de una larga veintena de tiempo, una Zentauri en proceso:
una uve que jubilaba las palabras feas que la dedicaban,
y se construía sus primeros pilares maltrechos en su propia fortaleza.
Érase una victoria ganada por cada persona que por ella pasaba,
por los amigos y las amigas que siguen conmigo y aceptan a Griselda tal y como la acepto yo y la ven crecer.
Érase un proceso por el que me atravieso, aprendo, crezco, caigo y vuelvo a caer,
y érase tantas oportunidades de cuento que brindo por hacer...
Necesitaré acordar un tiempo muerto con el conejo blanco a través de este espejo en el que veo mi reflejo, figurado, dibujado, trazado y modulado.
Apretaré fuerte las zapatillas en las que me hallo
para poder ponerme en las de otros y sentir lo que callan sus párpados cansados.
Estaré dispuesta a cualquier guerra: un horizonte ni tan cerca ni tan lejos .

He aquí lo que una vez quise en su día, pero no tuve tiempo:


Llegan los versos de los agradecimientos

Agradecer y brindar por la madre que me parió
mi creación y composición.
Agradecer a mi dupla fraternal que me haya cuidado y apoyado,
por esas correcciones que me apuntaba por cada fallo me ayudaron a saber perder
y aprender a recomponer y probar otra vez.

Agradecer a los Zentauris que caminan por el atajo que creo,
por el universo que les muestro, por las paranoias que estrujo y de las que saco cuento
que estén, hayan estado,
a los que se quedan tras los créditos para ver que es mío ese trabajo
y que la banda sonora es original y la ploré mientras recitaba cada nombre
de mi red de amistades que me quieren.
A todo ese cúmulo de personas que me arropan cuando saco, como una estrella del rock pasada de moda y de vueltas, un nuevo disco o elepé.

Y agradecer a las personas anónimas que agarran el catalejo para observarme
y darse cuenta que hay cuerda loca para rato, así que, que tomen asiento y disfruten del espectáculo.


Firmado: G.M.



 

L O+ L E Í D O · A Y E R

this_is_not_a_reminiscence.memo

« Tú me has besa'o donde nadie ha sabi'o hacerlo Quitaste capas que me puse para el resto » _Cantaré de Lia Kali mi mente, un espacio presidiario; disciplina(ria) que no encuentra su sitio, mis sueños, esquirlas de una fama escueta; espejismos de un anónimo en tiempos de guerras, mi agradecimiento con versa : con los aleteos de las palomas, con el gorgorito de las golondrinas, con los atisbos de amistades que en cumbre me empujen, mi estallido conserva: con los miedos que otros miedos sostienen, con la pena que la penuria aguarde, con los consejos que las tiritas envuelven, mis dueños no son más que paños, no firmo cadenas, sino historias que permanecen que descienden que hereden cuando no esté, y si "estaré", que observen orgullo sin prejuicio, mis pestañas, que sean deseos, que transmitan tranquilidad, que dibujen un principio sin final, que dediquen los mejores versos, mi gente, un hogar seguro; espacios exteriores que idílicamente, bordan, mis .memo : que ríes mis...

Canción realista

 ¿Dónde están las llaves? Matarilerilerile. ¿ Dónde están las llaves? Matarilerilerón. En el fondo del mar. Matarilerilerile. En el fondo del mar. Matarilerilerirón. ¿Sabes quién va a ir? Matarilerilerile. ¿Sabes quién va a ir? Matarilerilerilón. Va a ir tu puto padre. Matarilerilerile. Va a ir tu puto padre. Matarilerilerón. Por cabrón, chispón. [Inktober de Poemas: "Claridad"]

tiempos simil[a/o]res

«Sí, el tiempo. "Un fuego que me consume", lo llamó Borges.» _La clase de griego de Han Kang cuánto hace ya... que no nos vemos, que no hablamos, que en otra vida estamos, y las memorias en vilo ponemos... que dejamos cobre fundiendo que alejamos el oro y consumimos el tiempo, con elementos similores, y nos reflejamos en espejos hechos de otras historias, de otros cuentos y comenzamos nuestros viajes, como héroes con final abierto... cuánto hace ya... que esas canciones a nuestras sonrisas nos recuerdan, que olvidaste en borrador los mensajes y en dicho día los enhebras... que con dicha evocas que con orgullo presumes a orejas de tu boca, con presunción de referencia, que aquella persona que memoras, es un referente aún en su ausencia, cuánto hace ya... que no recibía nada, que no quedaba poso en tu taza, que reíamos sin tener el tiempo a la caza, y por fin llegó el momento y la hora.

La historia interminable que no tiene por dónde empezar.

Elfo Garabatos lleva tiempo sin vitorear al espejo de su reflejo que no hace más que llorar porque no se arrojaba luz ni de tren que va a descarrillar, y hoy al parecer el maquinista mismo dice que los faros van. ¡Pero a saber! Esto es un fax en morse que no entienden ni los morseadores que brindan con champán porque Elfo Garabatos pueda terminar de un rato el laburo que lo tiene preso en tanta tolontería de dudas que no se desdudarán. ¿Algún día conoceremos la verdad? Y será entonces el día que Elfo Garabatos más feliz estará. Mientras tanto, otro día más que no se le cae el alma a los pies porque siempre se tiene dónde apoyar. Siguiente PDD → ???