Orión queda lejos...
Aurora
luz tenue en tonos rosados, que aparece justo antes de la salida del sol.
¿De qué color son los amaneceres detrás de tu espalda?
¿Son dorados como los dulces que funden las madrugadas,
o azules como el velo de tul que cubren tus miradas?
Me lo pregunto mientras mis labios color aurora recorren tu cuello y muerden la piel.
¿Cuál es el sabor de la anomalía de tu sonrisa?
¿Es agridulce como la salsa que bailamos ayer, con un regusto a brisa,
o es un café amargo como la despedida?
Me relamo sin saber, me regodeo y pienso a quién tu suspiro será fiel.
¿Cómo suena el tintineo de tus dedos bajo las sábanas?
¿Son como óperas con tres actos: te quiero, te desnudo y desenlace, como La Traviata,
o son baladas con crescendos, donde no es el príncipe quien salva a la dama?
Me lo pienso y juego con la transparencia de tus párpados, con tu picardía al desnudarme.
¿Cuándo puedo tocarte el alma, disfrutarla sin pausa pero sin prisa?
¿En horas intempestivas,
o en vilo mientras suena la canción que me hace sentirme viva?
Me acaricio las alas; espero con hambre el baño de tus besos de miel.
¿A qué huele tu fragancia despistada?
¿Son perfume de tus lirios y delirios, tus locuras pinceladas,
o son lienzo de paisajes, de paz y malvas?
Me pregunto adónde es que se evaporaron tus palabras, cuando se fueron, sólo quedó la hiel.
¿De qué color son los amaneceres detrás de tu espalda?
¿Son dorados como los dulces que funden las madrugadas,
o azules como el velo de tul que cubren tus miradas?
Me lo pregunto mientras mis labios color aurora recorren tu cuello y muerden la piel.
¿Cuál es el sabor de la anomalía de tu sonrisa?
¿Es agridulce como la salsa que bailamos ayer, con un regusto a brisa,
o es un café amargo como la despedida?
Me relamo sin saber, me regodeo y pienso a quién tu suspiro será fiel.
¿Cómo suena el tintineo de tus dedos bajo las sábanas?
¿Son como óperas con tres actos: te quiero, te desnudo y desenlace, como La Traviata,
o son baladas con crescendos, donde no es el príncipe quien salva a la dama?
Me lo pienso y juego con la transparencia de tus párpados, con tu picardía al desnudarme.
¿Cuándo puedo tocarte el alma, disfrutarla sin pausa pero sin prisa?
¿En horas intempestivas,
o en vilo mientras suena la canción que me hace sentirme viva?
Me acaricio las alas; espero con hambre el baño de tus besos de miel.
¿A qué huele tu fragancia despistada?
¿Son perfume de tus lirios y delirios, tus locuras pinceladas,
o son lienzo de paisajes, de paz y malvas?
Me pregunto adónde es que se evaporaron tus palabras, cuando se fueron, sólo quedó la hiel.