B.A.Q: La Bruja-Burbuja

¿Qué horas eran aquéllas para sacar la escoba a paseo? Me preguntó Baq Vodoo cabreada.
Era una bruja joven; no en comparación con Baq Kunas Putrefactas, a la que todos llamábamos Putre, con el cariño al que se le adora a una anciana de Sombrero de Pico Caído.
Putre era una mujer bruja que no tenía pelos en la lengua para decir las cosas como eran y como son. Por ejemplo, a Baq Berrugas o La Ru, que era una fantasiosa de mucho cuidado, cuando se enfadaba con Putre sin razón, bueno, sí, cuando le hacía "pisar tierra", como suelen decir los paganos, la mandaba a tal Cuerno a la intermedia que Putre siempre gritaba:
Ojalá se te meta la escoba por el culo y eructes los orcos con los que fantaseas.
Y luego se percataba de mi presencia, y conjuraba divertidamente sobre sí misma, y hacía de su lengua un camaleón de colores, o de su despelujada cabellera, el felino de tres ojos que siempre guardaba en miniatura en su colgante. Y me divertía: Pulgas era un gato con muy malos humos. Putre me explicó hace unas décadas que lo encontró abandonado en la calle, porque algún pagano sin el músculo bombeante de nuestro interior, lo maltrató y lo echó a la calle, oscura y fría, sin escrúpulos. Y cuando fue a recogerlo, al encontrárselo, le fue a dar una caricia pero éste le atacó con un zarpazo. Y Putre expresó: "¡Este gato tiene muy malas pulgas!". Y con ese nombre se quedó.

Y aunque estemos a riñas con conjuros y con puyas todos los días, entre brujas nos queremos. Putre siempre fomenta las buenas relaciones entre todas. "Necesitamos estar unidas", siempre dice. Y yo siempre apunto todo lo que Putre dice porque me Putre es muy inteligente, y siempre me está enseñando nuevos trucos. Yo de momento soy muy novata, más para conducir la escoba que mide más que yo qué sé qué. Es más grande que Litostolargo, el vecino de al lado que vende piedras preciosas o que CortoCabeza.
Querida bichito mío, un día serás una hechicera magnífica como Baq Vodoo o como yo, o como Baquin Blaq. Y serás tan temida como respetable. No lo olvides, que siempre hay una bruja-piruja en tu interior, siempre.
Y nada más decirlo, creó ante mí, de un chasquido, las luces más maravillosas que podrían verse, y me dijo que eran del color de las Auroras Boreales que hubo visitado en sus tiempos antaños y más jóvenes. Putre tenía tres siglos y medio, estaba en la edad más álgida de la vida de una bruja. Y era un ser respetable. Entre las Baq, era una de las supremas. Y para mí una maravilla sacada de los cuentos más terroríficos que se cuentan a los niños paganos antes de irse a dormir...
¡Burbuja! Ven, sapo de lunas que necesitamos de tus poderes para el baño de espuma del Ogro Pie Úlcera Seca, para quitarle la tontería que lleva encima y reconvertirlo al Feísmo terrenal.
Y risueña no me hice de rogar. Iba como saltamontes alado adonde requiriesen de mi ayuda. Por el camino las pompitas se iban desvaneciendo, mientras cantaba la canción que Baq Gertrudis me cantaba siempre para hacerme sonreír:
"Salem, Salem, Salem y entram, vuelam por el airem. Brujas, Burbujas, cargadas de airem. Airem, Airem, Salem y vuelam por el airem."
[...]

Dedicado a Mertxe Salrobodi,
una de las mejores brujas que se pueden encontrar,
¡por los escupitajos de sapo crudo!

[Fragmento integrado dentro de un proyecto de pequeños cuentos en proceso
(por Victoria H.C. ©)].

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