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OJOS DE ÁGUILA

Desenlace
es la resolución de una historia.
[...]
—Todo cuento tiene su desenlace, incluso una nefelibata como tú tiene su final.
Le espetó mientras apuntaba su nombre en la libreta. Disparó la flecha y la cuerda tensada resonó por toda la sala. El eslabón se había roto tras tanto tiempo.
—Yo ya no te conozco. No somos nadie, y nadie serás ya para mí. Somos extraños y seremos extraños que en un pasado, por casualidades de la vida tuvieron su encuentro. Pero ya no hay más desarrollo que este punto y final. Y aparte. Ahora sólo eres un desvanecido recuerdo que pronto pasará a mi olvido y después dejará de existir.
La sala se había quedado en silencio. Ya no había ninguna vinculación ni hilo que las uniera y lo remarcó al espetar su libertad.
—Yo me moví para oír mis cadenas y determinarme para mi liberación. Sé que no tenías ni idea que me movía a espaldas de ti, casi "a escondidas", podrías decir. Pero no tenía por qué decírtelo. Yo era responsable de mis actos y me había concienciado para responder ante ellos en el caso de probar el fracaso. Por eso tomé el contrato, firma de mi puño y mano que te defendería dando mi vida, mi coraje...Todo por proteger algo que desconocía que fuera a ser tan preciado por lo que contenía...al menos de lo que se componía...Pero ahora sólo se convierten en polvo: en vidas malgastadas en una persona indigna de vivirlas.
Sus ojos se entornaron como si Belcebú emergiera desde lo más profundo de un subconsciente iracundo pero aparentemente mantenía el tipo.
—Sólo deseó no cruzarnos en el camino. Alcanzar el Despertar es caro para los que no se lo han ganado. Es un insulto para los que no debieron irse, pero se fueron por capricho de un insensato.
Rezumaba su cuerpo o me lo parecía a mí, pero nadie hacia el mínimo movimiento. Yo no sabía cómo reaccionar, a pesar de tener agarrado fuerte y firmemente el báculo. Todos los ahí presentes contemplábamos cada mínimo movimiento o tic de ojo, gesto, pequeña mueca, pero sólo Asuka estaba inquieta. Kavi mantenía su indiferente mirar a Asuka.
—Sólo la tierra bajo almas decidirá tu pesar. Te veré en Népalo, así podré arrancarte de cuajo y descontaminar el Árbol que sulfura por la presencia sucia de la desdicha: un pecado que ningún mortal quiere bajo su techo.
Y dicho aquello, Kavi levantó paulatinamente la cabeza y se señaló la nuez de la garganta con los dedos corazón e índice, en forma de uve, amenazante y espetó:
—Al fiel, con miel; al cruel, con hiel.
No pasaron unos instantes cuando al voltearse para partir, se promulgó a voces su destierro. [...]


[Fragmento integrado dentro de un proyecto de novela real en proceso (por Victoria H.C. )]

L O+ L E Í D O · A Y E R

this_is_not_a_reminiscence.memo

« Tú me has besa'o donde nadie ha sabi'o hacerlo Quitaste capas que me puse para el resto » _Cantaré de Lia Kali mi mente, un espacio presidiario; disciplina(ria) que no encuentra su sitio, mis sueños, esquirlas de una fama escueta; espejismos de un anónimo en tiempos de guerras, mi agradecimiento con versa : con los aleteos de las palomas, con el gorgorito de las golondrinas, con los atisbos de amistades que en cumbre me empujen, mi estallido conserva: con los miedos que otros miedos sostienen, con la pena que la penuria aguarde, con los consejos que las tiritas envuelven, mis dueños no son más que paños, no firmo cadenas, sino historias que permanecen que descienden que hereden cuando no esté, y si "estaré", que observen orgullo sin prejuicio, mis pestañas, que sean deseos, que transmitan tranquilidad, que dibujen un principio sin final, que dediquen los mejores versos, mi gente, un hogar seguro; espacios exteriores que idílicamente, bordan, mis .memo : que ríes mis...

Canción realista

 ¿Dónde están las llaves? Matarilerilerile. ¿ Dónde están las llaves? Matarilerilerón. En el fondo del mar. Matarilerilerile. En el fondo del mar. Matarilerilerirón. ¿Sabes quién va a ir? Matarilerilerile. ¿Sabes quién va a ir? Matarilerilerilón. Va a ir tu puto padre. Matarilerilerile. Va a ir tu puto padre. Matarilerilerón. Por cabrón, chispón. [Inktober de Poemas: "Claridad"]

tiempos simil[a/o]res

«Sí, el tiempo. "Un fuego que me consume", lo llamó Borges.» _La clase de griego de Han Kang cuánto hace ya... que no nos vemos, que no hablamos, que en otra vida estamos, y las memorias en vilo ponemos... que dejamos cobre fundiendo que alejamos el oro y consumimos el tiempo, con elementos similores, y nos reflejamos en espejos hechos de otras historias, de otros cuentos y comenzamos nuestros viajes, como héroes con final abierto... cuánto hace ya... que esas canciones a nuestras sonrisas nos recuerdan, que olvidaste en borrador los mensajes y en dicho día los enhebras... que con dicha evocas que con orgullo presumes a orejas de tu boca, con presunción de referencia, que aquella persona que memoras, es un referente aún en su ausencia, cuánto hace ya... que no recibía nada, que no quedaba poso en tu taza, que reíamos sin tener el tiempo a la caza, y por fin llegó el momento y la hora.

La historia interminable que no tiene por dónde empezar.

Elfo Garabatos lleva tiempo sin vitorear al espejo de su reflejo que no hace más que llorar porque no se arrojaba luz ni de tren que va a descarrillar, y hoy al parecer el maquinista mismo dice que los faros van. ¡Pero a saber! Esto es un fax en morse que no entienden ni los morseadores que brindan con champán porque Elfo Garabatos pueda terminar de un rato el laburo que lo tiene preso en tanta tolontería de dudas que no se desdudarán. ¿Algún día conoceremos la verdad? Y será entonces el día que Elfo Garabatos más feliz estará. Mientras tanto, otro día más que no se le cae el alma a los pies porque siempre se tiene dónde apoyar. Siguiente PDD → ???