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Vocablo Rebelión.

Elocuencia es...
el arte o facultad de hablar o escribir de modo eficaz para deleitar y conmover, y persuadir.

Fue la efervescencia de su elocuencia, el cuidado a la hora de elegir una palabra y no otra, un hilo rojo y no uno azul, el que completó la revuelta. El líder de los vocablos se alzó entre tanto sintagma desprovisto de conexión, que unió en locución y contexto a adverbios y verbos que no querían ni verse en reflejos. Y fue la gran maña de un literato de conocido nombre el que guió a las familias de palabras a la revalorización de su existencia. El derecho de ser reconocidas como válidas, de no ser cuestionadas si no se entienden, de dotarlas de magnitud y consideración, del mismo grado de importancia que sus proyecciones visuales que los conciudadanos y conciudadanas de aquellas construcciones y estructuras e infraestructuras que edificaban la morfología de aquella urbe, y su sentido completo, se erigieron juntas de la mano. Comas y puntos suspensivos se unían a la contienda: a la voz de soy activo o pasivo, el aspecto imperfectivo o perfectivo no importaba.
Lo importante es que se mantuvieran unidas.
Suena el himno de la revuelta, todas callan y dejan recitar:

"Acojo en mi hogar
Palabras que he encontrado abandonadas en mi palabrera
Examino cada jaula y allí, narrando vocales y consonantes
Encuentro a sucios verbos que lloran después de ser abandonados por un
Sujeto que un día fue su amo
Y de tan creído que era prescindió del predicado.

Esta misma semana han encontrado a un par de adjetivos trastornados,
A tres adverbios muertos de frío
Y a otros tanto de la raza pronombre
Que sueñan en sus jaulas con ser la sombra de un niño.

Se llama entonces a las palabras que llevan más días abandonadas
Y me las llevo a casa
Las vacuno de la rabia
Y las peino a mi manera
Como si fueran hijas únicas
Porque en verdad todas son únicas.

Acto seguido y antes de integrarlas en un parvulario de relatos o canciones
Les doy un beso de tinta
Y les digo que si quieres ganarte el respeto nunca hay que olvidarse los
Acentos en el patio.

A veces les pongo a mis palabras diéresis de colores imitando diademas
Y yo sólo observo cómo juegan en el patio de un poema.

Casi siempre te abandonan demasiado pronto
Y las escuchas en bocas ajenas
Y te alegras
Y te enojas contigo mismo como con todo lo que amamos con cierto egoísmo.

Y uno se queda en casa, inerte y algo vacío
Acariciando aquel vocablo mudo llamado silencio
Siempre fiel, siempre contigo.

Pero todo es ley de vida

Como un día me dijo el poeta Halley,
Si las palabras se atraen, que se unan entre ellas
Y a brillar, que son dos sílabas."


L O+ L E Í D O · A Y E R

this_is_not_a_reminiscence.memo

« Tú me has besa'o donde nadie ha sabi'o hacerlo Quitaste capas que me puse para el resto » _Cantaré de Lia Kali mi mente, un espacio presidiario; disciplina(ria) que no encuentra su sitio, mis sueños, esquirlas de una fama escueta; espejismos de un anónimo en tiempos de guerras, mi agradecimiento con versa : con los aleteos de las palomas, con el gorgorito de las golondrinas, con los atisbos de amistades que en cumbre me empujen, mi estallido conserva: con los miedos que otros miedos sostienen, con la pena que la penuria aguarde, con los consejos que las tiritas envuelven, mis dueños no son más que paños, no firmo cadenas, sino historias que permanecen que descienden que hereden cuando no esté, y si "estaré", que observen orgullo sin prejuicio, mis pestañas, que sean deseos, que transmitan tranquilidad, que dibujen un principio sin final, que dediquen los mejores versos, mi gente, un hogar seguro; espacios exteriores que idílicamente, bordan, mis .memo : que ríes mis...

Canción realista

 ¿Dónde están las llaves? Matarilerilerile. ¿ Dónde están las llaves? Matarilerilerón. En el fondo del mar. Matarilerilerile. En el fondo del mar. Matarilerilerirón. ¿Sabes quién va a ir? Matarilerilerile. ¿Sabes quién va a ir? Matarilerilerilón. Va a ir tu puto padre. Matarilerilerile. Va a ir tu puto padre. Matarilerilerón. Por cabrón, chispón. [Inktober de Poemas: "Claridad"]

tiempos simil[a/o]res

«Sí, el tiempo. "Un fuego que me consume", lo llamó Borges.» _La clase de griego de Han Kang cuánto hace ya... que no nos vemos, que no hablamos, que en otra vida estamos, y las memorias en vilo ponemos... que dejamos cobre fundiendo que alejamos el oro y consumimos el tiempo, con elementos similores, y nos reflejamos en espejos hechos de otras historias, de otros cuentos y comenzamos nuestros viajes, como héroes con final abierto... cuánto hace ya... que esas canciones a nuestras sonrisas nos recuerdan, que olvidaste en borrador los mensajes y en dicho día los enhebras... que con dicha evocas que con orgullo presumes a orejas de tu boca, con presunción de referencia, que aquella persona que memoras, es un referente aún en su ausencia, cuánto hace ya... que no recibía nada, que no quedaba poso en tu taza, que reíamos sin tener el tiempo a la caza, y por fin llegó el momento y la hora.

La historia interminable que no tiene por dónde empezar.

Elfo Garabatos lleva tiempo sin vitorear al espejo de su reflejo que no hace más que llorar porque no se arrojaba luz ni de tren que va a descarrillar, y hoy al parecer el maquinista mismo dice que los faros van. ¡Pero a saber! Esto es un fax en morse que no entienden ni los morseadores que brindan con champán porque Elfo Garabatos pueda terminar de un rato el laburo que lo tiene preso en tanta tolontería de dudas que no se desdudarán. ¿Algún día conoceremos la verdad? Y será entonces el día que Elfo Garabatos más feliz estará. Mientras tanto, otro día más que no se le cae el alma a los pies porque siempre se tiene dónde apoyar. Siguiente PDD → ???