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pupil·les Immortals [1705]

[...]  
and by this If she is to die someday
make her immortal for she deserves it.

G-sus Rabanal

Los ventanales del alma
son cristaleras tintadas,
rosetones de catedral
barullos en la continuidad;
pensamos que no nos ven,
pero somos más que dos brotes
que atraviesan y dejan cortes,
 
Tras miradas hay pegotes
chapapote que nadie quiere entender
tras la penumbra hay dos soles
que brillan si te ven bien.
 
Nadie espera ser visto por quien observa
guarda en secreto detalles que parpadean:
un código morse que sus labios no clarean.
 
Nunca te declamaré ni aunque lo quieras
son tus ojos los que me lean
no te impondré cómo leerme
sólo te guiaré para que no te pierdas,
las referencias son tantas que no hay atajos para verlas.
 
De noche callan si el ruido la embelesa
con música amansa a sus fieras
con timbres sólo veras que te escucha, no llamarás a puertas.
 
No asegures lo que piensan
¿adónde mirarán cuando hiela?
ni ellos saben cuándo vendrá la voluntad.
 
Tener una mirada como que me quieren conocer
amigable hasta cuando no estoy ni despierta
ojos que no ven, y aun así las palabras se sienta
ventanales de seriedad secos hasta cuando llueva
oteando el horizonte entre nubes se esconde un gran poder.
 
Ojos compungidos, mirada cautiva,
un cartel de caution en cada pupila
te intimido con la mirada,
te intimo con cada pasada,
luego la indiferencia y tu distancia
son de plata, mis balas
apuntando al corazón,
cargadas de traición,
 
si en son de guerra,
no vengas
no mires reflejos cuando el plomo llora vívido
no mires, Medusa, son ojos fríos
no sigas a las escorrentías, a Roma no llegan.

¿Último vistazo?,
no dejes nada atrás, vente tú también
no mires más atrás, ahora toca mirar al frente
no esperes a que miren cuando tú estés
pero siempre se quedará mirando a la belleza que nadie espera
y si tú no lo recuerdas,
en su poesía inmortalizada queda.
↞...Muda de piel...↠ || ↞...pupil·les Immortals...↠ |↞...I N V I C T U S...↠

[4 de mayo con: la cita señalada. Aportación de Gsus]

L O+ L E Í D O · A Y E R

Maiduti

Se ve luz al final del túnel, se ve, Se ve a Maiduti aclamada por su envés: no la juzgan por su portada, quiere creer. Un nuevo deber en la agenda apuntada. Avanzan los pasos, los logros quedan cerca. Brindemos por los "ligeramente". No saborearemos el oro, pero en bandeja de plata yo se lo pondré. Se ve luz al final del sueño, se ve, del punto y coma duradero, a los tres. El continuará como dolor de barriga: podré decir que lo intenté.  ANTERIOR ["Inktober de Poemas: 4 de octubre: Maiduti"] SIGUIENTE

Buscando.

Me di cuenta tarde. Estaba efectivamente buscándote entre la gente. Tantos datos que me diste de ti y nadie coincide contigo en la calle. Temo siempre por distraerme y encontrarnos sin saber que lo hemos hecho, por eso miro a todos lados, antes de cruzar. Al frente si el semáforo está en rojo. A la muchedumbre si parece inmensa; busco quien destaque de entre la marea. Pero luego me doy cuenta de lo absurdo que todo parece. ¿Se estará dando cuenta alguien de este ridículo que estoy haciendo? Pero si nadie se percata, yo te seguiré buscando.

Hineni

Esa mirada que se esconde entre el cárdigan de tus palpitaciones y los soplos de a quien lanzas corazones es la que me intriga.   Andas siempre sonriente, con unos luceros como la noche observándome ¿qué es lo que pensaron entonces?, me pregunté ¿cuando aterricé sobre esos lunares buscando placer y encontré a dos estrellas fugaces esperando a otro viandante? No lo sé.   Hay satélites ambulantes que buscan dónde resguardarse de una soledad imparable, y buscan ubicarse, orbitando para fijarse en sólo una presencia inapagable como tú.   Pero dudo que estos hilos nos juntasen así que velo por tus sueños, desde tu olvido, y admiro desde otro sitio que esos ojos bonitos, amen a quien amen, encuentren un destinatario fiable. Esto es sólo un mensaje desde un dudoso remitente allá donde te encuentres, si me necesitas aquí estaré.  [ 29 de octubre con: CÁRDIGAN. Aportación de E udyptes] POEMTOBER SIGUIENTE

Nunca la misma; siempre diferente

Inmarcesible Que no puede marchitarse. Siempre el mismo discurso que no marchita, las mismas palabras cansinas, arrastradas, casi automáticas, sin ser románticas, siempre el mismo augurio, las mismas resignaciones prescritas, los mismos focos sobre la misma mirada de ojos: la nostalgia de poder haber sido otro quien se comiese el marrón. De los tiempos donde una se engañaba a sí misma y el reflejo le decía que no, que no eran buenos tiempos para sentir afecto ni pedir cariño, o la herencia, o la querencia en la que siempre se queda, esa estancia de indiferencia, no hay ventanas, sólo espejos y a caminar a tientas. Siempre es el mismo sermón inmarcesible en sus renglones, jugando en los laterales, recortando los bordes, sin ser extremistas opuestos, siempre conociendo las reglas, los juegos sucios, los trucos, temiendo los ases bajo las mangas, los puñales por la espalda. Siempre es el mismo resultado para quien juega en casa. Sin embargo nunca es la misma persona quien ...