Feu tricolore
Cuando camino y cruzo sin mirar la calle, siento como si estuviera en un mar abierto. Hay vehículos que parecen tiburones a la caza de su nueva presa. Menos mal que de vez en cuando encuentras una isleta en medio, y puedes resguardate de su feroz sed de sangre y muerte. Hay otros peces en el mar, más rápidos, más veloces, más despistados. Todos parecen saber, todos tienen carné, pero nadie conoce los farolillos de luces que siempre creen que están en verde, cuando lucen en ámbar, pero siempre se sabe que de rojo se viste el asfalto. Y luego de luto desde la isleta ves todo pasar. Y el mar que estuvo en calma, se vuelve un huracán de sirenas, de alarmas, de ojos que se miran y no saben qué contestar.
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