HDD6:IRUDIAK
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| @leo_dorfner |
«No todo es la recompensa tras la travesía, Iru. También es el saber vivir la travesía.» Iru lo admiraba como si todo lo que Patapalo dijera fueran palabras de sabio. «Pero tú sabes mucho. ¡Yo no llegaré a ser ni la mitad de sabio que tú!». Y Patapalo lo miraba con compasión. Más bien, con ternura. Y siempre le decía: «No es cuestión de ser sabio, Iru. Si no de no perder lo que te hace humano.» Y Patapalo le indicaba con su garfio de origami en el pecho... «Lo que llevas dentro de tu corazón.» Y cuando tocas la fibra de un corazón en construcción, a veces tiende a llorar. Y juntos se van donde Fideosoberanos a tomarse un buen cuenco místico de noodles con confetti espacial y tropezones de sabores diferentes. Y como siempre verían a la gran Aloe Veracruz que estornudaría diciendo caaaaaaaaaaactúss.
Sería un día inolvidable como todos y cada uno de los que ya llevaba coleccionando dentro de sus dos gemas. «Oye, Patapalo, ¿cómo es que todos aquí brillan y destacan?». A lo que Patapalo contestó tiernamente: «Iru, aquí todos captamos una esencia como la cámara de fotos de Flashina que no se puede repetir. Y tú también tienes la tuya. Dentro de ti florece tu don de hilar los colores con tus pensamientos y crear maravillas inolvidables. Nos sumerges en cada una de tus aventuras y aprendemos lo bonito que es ver el mundo a través de ti, de tus dibujos. ¿Por qué crees que te llamas así?».
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Los dados hablaron: la primera hilera es la intro; la segunda el nudo y la tercera el desenlace.
Palabra especial: MÍSTICO.
Tirada invitada: LA CALAVERAS.