Nulidad de un testamento
“¡Irascible!” me dijeron, como si pudiera controlar mis
nervios cuando los veo.
“Infantil”, pensé para mis adentros. No saben lo que es sufrir
en silencio;
entre estas cuatro paredes y la necrosis que me va dejando sin
aliento,
y el tiroides, que me ayuda a salir de casa y ver al
endocrino: casi, mi único amigo.
“Insolentes”, me repito.
“¿De quién habrán sacado esa indolencia?”, porque de mi desoxirribosa,
de mi ADN no, lo sé yo que les vi nacer, porque siempre he estado y estaré para
ellos.
Y sin embargo, ¿me lo agradecen así?
Pienso para mí que ya pagué la fianza de aguantarles en cada
zanguangada, en cada trastada que a mi querida esposa, la lusista, mi
portuguesa favorita, y a mí nos hacían.
Ahora no aguanto ni media, mi metabolismo no filtra ya más mierda, como mi nieta diría;
ahora que llega el atardecer, y acaba el día,
ahora toca el vino color carmesí
como esos labios de mi amada, que ahora sólo silencian y
apaciguan mi trastornada edad, sus ojos color mirra, su mirada incandescente
sus cabellos que tornaron blancos pero fueron oro en su día,
y su perfume de incienso que me calmaban incluso mis peores
pesadillas…
era la gloria pero una noche, ya no fue mía,
ni de nadie. Y ahí espera, arriba, para hacernos compañía.
Podrías seguir haciéndome el interesante y el arquitecto de mi
propia imaginación,
por pasar las horas, creando con cada locura mía, una canción
pero el delirio ya me da coraje y yo sólo quiero bienestar y
relajación.
Aunque siempre el tiempo me embargue cada hálito de
respiración
quiero saborear siempre el cóctel vital que me quede
un herrete con el que me acuerde de entrar pulcro al cielo,
y mientras tanto, en la chimenea crepite el fuego,
y las cenizas, que fueron primero semilla del cariño más
tierno,
no pierdan su significado siempre que te dedico un te quiero.
Y vuelvo al malestar de mi inerte soledad que hasta el fin me acompañará.
Mascando un cacahuete de juguete, mi dogo fiel acurrucado está
sobre mi jersey, con el bordado de un aguacate, y de lana,
que me hace el rey de mi casa.
Pero este rey ya no quiere nada,
pues la juventud me dio el desenfreno
y el reloj ahora me da tiempo y hora para el relax; ya mi
pecho sereno
completará los cien años de soledad.
Y salvo que esta tensión que trae los últimos segundos,
espero que la Dama de la guadaña corte, como cuchillo, bien el
hilo de palabras que ya solté,
porque al principio no sabía cómo decirlo, pero ahora sé que Ella
lo sabrá cerrar bien: "Adiós", dije. Dejé la pluma sobre el testamento, y volé.
Pro-po-siciona... Kella
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Y su reto es: Poesía, libre.
-Tema:
la frustración que causa la soledad
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Personaje: un abuelo o abuela infeliz abandonado por su familia
Y el resto proposicionamos:
• Shiro:
aguacate,
semilla, vino
• Æ
Schumacher: desoxirribosa, necrosis y endocrino
•
Rafael: lusista, zanguangada, metabolismo
• El Khristos:
carmesí, dogo, herrete
•
Mirlord: incandescente, imaginación, fianza
•
Ratonsín: (continúa para la siguiente)
•
RoweRavenclaw: fuego, locura y cuchillo
•
Kella: coraje, significado, irascible
•
Errose: chimenea, bienestar, relax
• JC: cacahuete,
cóctel, desenfreno
•
Akasha: (continúa para la siguiente)
• Teima
Yolape: oro, incienso y mirra