Estrenando e intentando olvidar

Ayer de estreno, el año frenético atropelló al conejo del tiempo, y no lo pudimos remediar.
Quisimos que Alicia no se quedara sin cuento, pero aun así no lo podíamos ya parar.
Usurpamos la euforia de nuestros cuerpos, y el
Idilio se quedó en las burbujas de champán.

Vimos amanecer un nuevo día sin estrenar.
Olimos la fragancia de un manjar de enamorados con churros y chocolate desnatado.
Liamos las bengalas para verlas estallar ante nuestros corajes, y
Aludimos al augurio para que diagnosticara los presagios: el mal azar.
Retomamos Morfeo y yo nuestro baile, y ayer la noche desparramó las estrellas sobre mi cansado mar.