BASAJAUN: EL DESTIERRO DE UNA HEROÍNA
[...]
Podría gastar toda mi energía en malgastar lo que me queda de vida para hacerme el héroe que todos esperaban ver. Pero las prioridades cargan contra mi conciencia, y a mi entender, creo, que deberían comprender que lo que hago es por su bien; no por el mío propio. No me salen las ideas de la punta de la polla, no. Me considero más un caballero, aunque los méritos no se atribuyan justamente nunca; porque los verdaderos héroes vivimos a la sombra de los que ponen la máscara y, aunque no lo reconozcan, su deshonra. Pero eso es harina de otro costal; en cambio, yo estoy ahora con el heno de mi propio campo de batalla, mi terreno minado con trampas de los que creí compañeros, pero me han traicionado. Los chupacabras que estuvieron desde un primer momento observando, por cada movimiento, pero, y no a tiempo, me di cuenta que no miraban por mirar, sino que lo hacían con la intención de zahoriar, sin quitarme el ojo de encima. ¡Pardiobre!, las pécoras del peor reinado: las ratas de cloaca que se creen pícaros y en realidad son taraletes.
Podría gastar toda mi energía en malgastar lo que me queda de vida para hacerme el héroe que todos esperaban ver. Pero las prioridades cargan contra mi conciencia, y a mi entender, creo, que deberían comprender que lo que hago es por su bien; no por el mío propio. No me salen las ideas de la punta de la polla, no. Me considero más un caballero, aunque los méritos no se atribuyan justamente nunca; porque los verdaderos héroes vivimos a la sombra de los que ponen la máscara y, aunque no lo reconozcan, su deshonra. Pero eso es harina de otro costal; en cambio, yo estoy ahora con el heno de mi propio campo de batalla, mi terreno minado con trampas de los que creí compañeros, pero me han traicionado. Los chupacabras que estuvieron desde un primer momento observando, por cada movimiento, pero, y no a tiempo, me di cuenta que no miraban por mirar, sino que lo hacían con la intención de zahoriar, sin quitarme el ojo de encima. ¡Pardiobre!, las pécoras del peor reinado: las ratas de cloaca que se creen pícaros y en realidad son taraletes.
Si no fuera
porque eligió marcharse por el bien de todas las personas. Por no querer ser
parte de ese circo de payasos donde cada marioneta era títere de tres o cuatro
hilos finos de algún ser ambiguo de la realeza, dentro de la inquietud y la
zozobra de lo esotérico. Si no fuera por su coraje y la premeditada coherencia
de sus actos, creo que no llegaríamos a contarlo en la siguiente Era. Y sin
embargo han de huir los más capacitados. Y firmar, los que quieren mantenerse a
su lado, la condena con la que se le tacha al que realmente tendría que ser
dios y santo, y no persona non grata
dentro de este ancho y largo mundo. Porque para mover este mundo siempre hace
falta el engranaje intrínseco, la llave clave que lo haga girar. “Pero nada de
esto se tiene en cuenta. Ni ahora, ni nunca. No aprendemos Kavi… ¿Adónde te
fuiste?”.
Observo ahora
los peces que nadan bajo la capa fina de hielo del lago Baïkalï; cae aguacero
fluorescente. Lo noto sobre mi piel y me recuerda a la tuya que, aunque parecía
una coraza dura, gélida, distante, la verdadera esencia que alumbraba tus
adentros era puro diamante en bruto. Cándido, como un beso en la frente, pero
ese candil acogedor escondía el octavo pecado por el que se te conoce: la
tristeza de tu sólo y maldito existir, del cual no te quejas, pero perdura, y
sigue ahí. Siendo una inseguridad andante que acoge y carga sobre sus hombros
el peso de lo que pudieron hacer otros y no lo hacen. “¿Quién sabe por qué
somos tan egoístas e hipócritas y cínicos, y no queremos afrontar los augurios:
nuestro sino? Somos despojos de una morfología humana en decadencia.” Pero me
percato consciente que vuelvo a ese estado de vacío mental, delirio, casi tremens, que si, como el demonio que
llevabas dentro, (que es ya tuyo), y por él me dejara llevar, creo que no
podría volver atrás. No habría recapitulación, como tantas veces, a golpe de
voluntad, (de fuerza en contra de tu propia y ajetreada voluntad), tuviste que
imponerte.
Eso sí que sé
que suspiro con resignación. “Menos mal que soy abstemio y que ni el jugo de
bayas agrias de los territorios próximos a Kitrem me gusta… Porque entonces ya
con tanta rabia contenida habría acabado borracho y desquiciado por lo
coyuntural de mis pensamientos.” Creí oír a lo lejos el sonido de un instrumento,
como de un clarinete melancólico emulando la melodía del Cascanueces. Pero no
era más que el viento ululando desde lejos. Y me sentí morir por dentro. Muy
profundamente dentro noté cómo algo rompía o cortaba un hilo que nos mantenía
de algún modo unidos. Y pensé que entraría en un estado de suspense, como quien
no quiere relacionarse con otros seres y es asexual, pues me sentí perecer.
Pudrir, como esa semilla que alguien decidió tallarte dentro y maldecirte de
por vida. “¿Adónde te fuiste, Basajaun de estos Bosques que fuiste, y eres? ¿Adónde? E iré. Sólo por poder disfrutar y
decir que fue un honor tenerte al lado. En cada batalla, ser parte de la
estrategia que planificábamos para cada emboscada, por cada plan una salida de
emergencia…” Tanto tiempo en tantos y diferentes espacios. Y el disgusto viene
otra vez cuando me percato que estoy solo aquí, enfrente del lago, comiendo un
trozo mojado de sandía, como un gato desamparado y solitario.
[...]
[...]
[Fragmento integrado dentro de un proyecto de novela real en proceso (por Victoria H.C. ©]
Pro-po-siciona... Errose
- Y su reto es: PRO - LIBRE
- Tema: -
- Personaje: -
Y el resto proposicionamos:
• Shiro: energía, dios,
caballero
• Æ Schumacher: intrínseco, morfología, abstemio
• Rafah Xuloh: pardiobre, taraletes, zahoriar
• El Khristos: chupacabras, basajaun, esotérico
• Mirlord: recapitulación, coyuntural, aguacero
• Ratonsín: gato, sandía, cascanueces
• RoweRavenclaw: clarinete, beso, marioneta
• Kella: reinado, fluorescente, peces
• Errose: tristeza, inseguridad, inquietud
• JC: coraje, estrategia, coherencia
• Akasha: polla, asexual, heno
• Teima Yolape: (continúa para la siguiente)