Llamada entrante

—¿Sí? ¿Hola? Hola, sí. Mire, soy Virgulilla. Virgulilla. Sí. Sí, a ver. Le llamaba para ver si tenía tiempo... Sí. No. No le vendo nada. No. Escuche. Le llamaba para ver si podría prestarme un pequeño tiempo de su vida para que entienda que estoy cansada ya de que todos me llamen igual. Sí. Siempre igual, no saben nombrarme. Sí. ¡Anda que no! Sí. Pues mire, era nada más eso. No soy "el palito de la eñe". Estoy hasta la ascendente de que me llamen así. Sí. Sólo pido que si pudiera aprenderse mi nombre de verdad, me ahorraría muchos disgustos, y usted incluso parecería más culto sabiendo mi nombre. Mire, aparezco en un documento oficial de la lengua, no me toque las astas. Mi nombre oficial aparece en el diccionario. Búsqueme. No me sea... Virgulilla. No, no, con uve. Como de vergüenza. Sí. A ver, que es un ejemplo, no se me ponga así. No estoy diciendo nada con segundas. No. No. A ver, déjeme que me explique...No. El caso es que. No. Sí, Virgulilla. Con elle. Sí. ¿Se lo deletreo? Apunte. Uve. I. Erre. Ge. U. Ele. I. Elle. No. Erre, no. ¡Elle! ¡E-LLE! Aaay, señor. SÍ. Sí, la doble ele. Vale, y A. ¿Cómo que se ha perdido? ¿Me vacila? A ver. Le repito. ¿Tiene papel al lado? Bueno, donde haya apuntado antes, me da igual. ¿Ya? Vale. Empiezo. Uve. I. Erre. Ge. U. Ele. I. Elle. A. ¿Sí? ¿Lo tiene? A ver, dígamelo. Sí. Ajá. Sí. Bien. Ajá. Siga. Hm. Bien. Sí. Sí, eso es. Pues sólo era eso. Virgulilla. Nada más. Gracias por su tiempo. Adiós. Adiós.

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