Vaho-vaho: infusión
Sempiterno
Que durará siempre o sucede siempre de la
misma manera.
Érase una vez en la Villa de Ayayay de Olla
una Iglesia Caótica donde el cura daba las misas en currículum y los sermones
los declaraba a ritmo de góspel con un coro de todas las razas y estampas que
venían de intercambio cada dos domingos, cada tres para coincidir con las
fiestas mensuales. Y el reparto de las hostias, si no estaba cabreado con el
Barbas, no las daba fuerte sino que las repartía con mazapán y té del color del
alma a la que se la repartía: al gótico del pueblo, té negro con toques a
canela y pimienta roja; a Doña Marantoña, té púrpura, casi rosáceo con un toque
de frutas del bosque, o a la niña puritana albina, té blanco. Además tiene mano
con los adultos, siempre tan revoltosos, siempre tan en sus quehaceres, nunca
tiempo para nada, siempre, siempre, siempre. Siempre las mismas excusas, que si
he de trabajar, que si no me da para atender el dibujo que has hecho, que si
dónde estarán las llaves si en el fondo del mar ni Catalina sabe que están...
El mismo sempiterno discurso que se han de tragar sus pobres criaturas.
Pero el cura de Villa de Ayayay de Olla fue
también en otra vida agente infiltrado de la R.Í.A. y sabe de lo que hay y no
hay en cada casa con su ultravisión profunda de pozo de Villa Socavón de
Abajomuyabajo. Y sabe tantas cosas que aprendió de su mujer la Curandera
Oficial de Losdeshidratados Enamorados Sinsolución, que le llaman la Coles,
porque viene de Bruselas, pero en Villa de Ayayay de Olla son muy tolerantes y
apoyan y respetan las diferencias. Entienden que sin hubiera etiquetas en este
mundo, siguen siendo personas todas y todos, por igual.
Y si vienes a Villa de Ayayay de Olla, a
visitarnos, por muy inefable que creas ser, puedes ser tú mismo, sin
descripciones, sin eufemismos. Pedote, el borracho del pueblo te contara
milongas de sus servicios en la Militancia de Pordóndequieraqueestuvo, La Loles
se reirá de los chistes que nunca hubo y de los novios que nunca tuvo, y seguramente,
por la tarde haya espectáculo de carreras de caracoles y jarana en el charco de
ranas sinfónicas.
Y si vas a la Iglesia Caótica el mismo
domingo noche junto a todos los domingueros y domingueras seudodominicanos,
seguro que el cura te da la hostia de tu vida, y según de qué color sea tu
alma, la oblea se teñirá de un color u otro, y sabrá al dejo o sensación que
emane de lo que hay entre entraña y entraña de ti, al aroma de tu corazón.