Navío entre nubes
Respiré profundamente y luego eché el aliento. Y, hasta la última molécula de monóxido que salió de mi interior, no volví a
inspirar. Había sido un año movidito: la vorágine de acontecimientos que habían
sucedido no tenía nada que ver con la que nos esperaba; tampoco con la que fue
en tiempos pasados. Pero aquí estábamos como piratas sin bandera, en la Gladius, un trabuco angular, mi bote de experto
náufrago, cortando cada ola que osaba intentar abatirme y encabar mi barco como
si quisiera Poseidón poner fin a mis ganas de luchar contra el porvenir, con una
marimorena como oleaje inquebrantable entre él, el mar, y yo, tenaz. El horizonte
se oteaba lejano, recóndito en medio de la peor de las mareas: el paso de los
años. Pero me sentía un caminante sobre un mar de nubes y neblinas, agarrado a
la barandilla para poder pingarme y tocar la espuma que golpeaba la nave como
almádena.
Olía a agua de mar. Clara, translúcida por
las superficies, y profunda y salada donde se hunden las burbujas de un
submarino. Olía también a tiempos de gaviotas pasadas, a cuando me esperabas en
el puerto, al lado del faro y sólo te iluminaba tu sonrisa y las ganas de verme
encallar. Y callarnos con las miradas y sin movernos decirnos lo que nos
queremos. Pero esos sentimientos se ahogaron hace mucho tiempo en la tasca más
próxima del muelle más lejano de donde creí una vez que sería acogido por tus
brazos de nuevo. Sin embargo, desistir es la palabra que me define respecto a
ti; y me tatué a tinta el vacío del abatanador de tu peor daga que clavaste en
mí. Ahí aprendí a improvisar en la vida; cuando supe que no volvería a por ti
ni a por nadie y que mi única patria, (sería) la mar.
Esa gaviota que en la proa se posa me
recuerda a mí: blanca, alada, aguda en las palabras, con un pico afilado pero que
no sabe del porvenir. Un ave que planea por las corrientes que pocos pueden
seguir, que como urraca busca el tesoro más rimbombante que llevarse a la boca,
por alimentarse, aunque dé su tiempo y su vida por un grano de maíz.
Respiré una bocanada de aire que me heló la
sangre, pero bajo el buzo ya la piel era pura coraza y no hubo escalofrío
alguno. Me dispuse a cambiar de rumbo pero mi amante, mi Rosa de los vientos,
me aconsejó que no lo hiciera. Y sólo a ella le hago caso así que, me dejé
llevar flotando. Adónde quiera que me llevase, quisiera que las brumas disipasen
mi destino.
Perspectiva ZENtauri les desea: Próspero Año Nuevo
Pro-po-siciona... Ratonsín
-Prosa
- Tema marino
- El
mundo marino
Y el resto proposicionamos:
•
Shiro: (continúa para la siguiente)
• Æ
Schumacher: recóndito, monóxido, trabuco
•
Rafah Xuloh: (continúa para la siguiente)
• El
Khristos: gladius, marimorena, rimbombante
•
Mirlord: Encabar, abatanador, almádena
•
Ratonsín: faro, gaviota, agua de mar
• RoweRavenclaw:
año, maíz, barandilla
•
Kella: desistir, improvisar, luchar
•
Errose: (continúa para la siguiente)
• JC: (continúa
para la siguiente)
•
Akasha: (continúa para la siguiente)
• Teima
Yolape: (continúa para la siguiente)