F R Á G I L
Érase un castillo de cristal donde la mente se
recuerda, donde la memoria se gurda en paquetes con etiquetas: en unos pone
“frágil”, en otros pone “aprieta”.
Érase un palacio fragmentado en estelas de vidrio, en
rosetas y rosetones que, de colores, brindan los interiores de intensas gamas
de luz pigmentadas con cada estación del año.
Érase un vestíbulo cerca del patio donde aguardaba
cerca del piano un príncipe acristalado, con estalagmitas en los cansados
párpados, y estalactitas debajo de sus ojos. No platicaba ni con el piano; sólo
solo observaba el reloj de pulido oro coartado por el frío del tiempo y la
eternidad del espacio.
“¿Hasta
cuándo, yo espero?”, se pregunta amargado.
“¿Hasta cuándo
yo espero para poder descubrir lo magnate del universo?”
Nadie pudo responderle al momento.
Érase un príncipe a un trono arraigado, con cadenas,
congelado;
Érase unos reyes que lo tenían a sus deberes,
castigado;
Érase una euforia comprimida en papel dorado, y unas
ansias de vida, en vena circulando.
Érase un mundo lejano que sin esparadrapo ni
poliespán, protegido
al príncipe en trizas descompondrán.
Érase su pensamiento, su deseo, su sueño, vistos
imposibles.
Érase un perfil afilado y sus lágrimas cortantes.
Érase un día,
que sin saberlo todavía, se creó una segunda familia,
con seres de papiro, que con poliespán protegido al
príncipe lo tenían, y por su bienestar siempre respondían a la autoridad real,
a cada situación de peligro de fractura.
Érase una noche que el príncipe pudo bailar hasta que
el alba apareció,
los Papiros alrededor, origami y cristal bailaron al son de cada canción,
los manjares más exóticos, los frutos más melosos y la
ambrosía divina, alimento empalagoso, todo exótico en cada plato un continente…
Érase una extensión del tiempo, un parón para respirar
en los vientos, de la punta del iceberg al profundo del ultramar: su mayor
sueño hecho realidad.
Érase un príncipe translúcido, con sus mejoras y sus
hechos, con sus bonanzas y sus defectos; érase una persona como la que está
leyendo ahora esto.
Érase un amigo más que conoció el universo.
A El Aviador de las Estrellas,
porque poco a poco vaya cumpliendo sus sueños.
A. Schumacher me retó con...
- Historia/ Relato ("micro")corto
- Apareciese:
- Personajes: príncipe que nunca ha salido al exterior, y sus reyes padres que un día le dejan salir y ver mundo.
- Escena: donde el príncipe baile toda la noche, esté tranquilo y feliz
- Haya comida exótica