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taronja de nas a essència

 Yo, lo siento por quien esté a disgusto con mi existencia,
si a dientes no contesta, no le voy a coger,
llamada de emergencia,
yo soy quien quiero ser,
 
 Yo, lo siento por quien no le guste que no sea
como cualquier tip@
que quieres que parezca,
mi esencia payasa emana cuando no te la esperas.
 
De la uve a la alfa, yo empiezo del revés,
anarquista por naturaleza,
a contracorriente me gusta ser.
No pretendo un poema sentido,
para eso ya tengo versos cohibidos,
ahora siento que empieza a poder,
esto no es para ti, aunque si te sirve, píllalo, todo puede ser,
 
 Yo lo siento por quien esté que
en la tumba se retuerce,
no soy como quieres, estoy fuera de juego:
vine, vi y vencí, no siempre ganando el premio.
 
 Yo, lo siento porque no te cuadre en tus esquemas,
porque te parezca bonita sólo de cejas
porque te parezca atrevida por no llevar el pelo hasta las piernas
porque no me encuadre en una simple hetera,
 
 Yo, no me quiero ligar a nadie,
no es mi problema si aplico mis valores cuando algo me interese
no es mi problema si busco romantique y no lo entiende,
no es mi problema tatuarme en mi esencia "vive"
con la relación que no me prive
yo soy de espíritu libre,
 Jo, sóc pallassa
i si no em vas considerar al seu moment
no em ploris si ara t'agrada veure'm canviar
yo no soy el postre de cualquiera
a mí se me tiene en cuenta
y si veo que cambias actitudes después
a la Vivi de antes, ya no esperes
doncs nen, porta
que a mí no me importa.
 
 Yo, por mí, lo siento, Vic, a veces, qué tonta
hace tiempo que llorar tiene un precio,
y para sentirme tonta
ya lo hago con la nariz taronja
disfrutando de mí, siendo boba,
de mis amistades, de estar tan loca.

porque
 
 Yo, esto lo hago pa divertirme, pa divertirme,
como ya mismo yo soy,
voy a vivirlo como me salga del pingue.

L O+ L E Í D O · A Y E R

Maiduti

Se ve luz al final del túnel, se ve, Se ve a Maiduti aclamada por su envés: no la juzgan por su portada, quiere creer. Un nuevo deber en la agenda apuntada. Avanzan los pasos, los logros quedan cerca. Brindemos por los "ligeramente". No saborearemos el oro, pero en bandeja de plata yo se lo pondré. Se ve luz al final del sueño, se ve, del punto y coma duradero, a los tres. El continuará como dolor de barriga: podré decir que lo intenté.  ANTERIOR ["Inktober de Poemas: 4 de octubre: Maiduti"] SIGUIENTE

Buscando.

Me di cuenta tarde. Estaba efectivamente buscándote entre la gente. Tantos datos que me diste de ti y nadie coincide contigo en la calle. Temo siempre por distraerme y encontrarnos sin saber que lo hemos hecho, por eso miro a todos lados, antes de cruzar. Al frente si el semáforo está en rojo. A la muchedumbre si parece inmensa; busco quien destaque de entre la marea. Pero luego me doy cuenta de lo absurdo que todo parece. ¿Se estará dando cuenta alguien de este ridículo que estoy haciendo? Pero si nadie se percata, yo te seguiré buscando.

Hineni

Esa mirada que se esconde entre el cárdigan de tus palpitaciones y los soplos de a quien lanzas corazones es la que me intriga.   Andas siempre sonriente, con unos luceros como la noche observándome ¿qué es lo que pensaron entonces?, me pregunté ¿cuando aterricé sobre esos lunares buscando placer y encontré a dos estrellas fugaces esperando a otro viandante? No lo sé.   Hay satélites ambulantes que buscan dónde resguardarse de una soledad imparable, y buscan ubicarse, orbitando para fijarse en sólo una presencia inapagable como tú.   Pero dudo que estos hilos nos juntasen así que velo por tus sueños, desde tu olvido, y admiro desde otro sitio que esos ojos bonitos, amen a quien amen, encuentren un destinatario fiable. Esto es sólo un mensaje desde un dudoso remitente allá donde te encuentres, si me necesitas aquí estaré.  [ 29 de octubre con: CÁRDIGAN. Aportación de E udyptes] POEMTOBER SIGUIENTE

Nunca la misma; siempre diferente

Inmarcesible Que no puede marchitarse. Siempre el mismo discurso que no marchita, las mismas palabras cansinas, arrastradas, casi automáticas, sin ser románticas, siempre el mismo augurio, las mismas resignaciones prescritas, los mismos focos sobre la misma mirada de ojos: la nostalgia de poder haber sido otro quien se comiese el marrón. De los tiempos donde una se engañaba a sí misma y el reflejo le decía que no, que no eran buenos tiempos para sentir afecto ni pedir cariño, o la herencia, o la querencia en la que siempre se queda, esa estancia de indiferencia, no hay ventanas, sólo espejos y a caminar a tientas. Siempre es el mismo sermón inmarcesible en sus renglones, jugando en los laterales, recortando los bordes, sin ser extremistas opuestos, siempre conociendo las reglas, los juegos sucios, los trucos, temiendo los ases bajo las mangas, los puñales por la espalda. Siempre es el mismo resultado para quien juega en casa. Sin embargo nunca es la misma persona quien ...