Lo que me gustaría escupirte a la cara
Aunque no lo parezca siempre dejo unos miligramos de fuerza para luchar por mí. Cuando he luchado por ti y no ha valido la pena, y caigo derrotada en el suelo, queriendo desistir y a la vez queriendo demostrar mi resistencia, hasta que me lleves al límite y salga de mí lo que más temo que no quiero que lo conozcas. Hasta que me llevas al precipicio incluso, todavía tengo fuerzas para pensar que no caeré con el barco, ni me hundiré por vernos naufragar día sí día también. Ya casi por orgullo propio no me quiero ver en las mismas marismas de mierda a las que me arrastras siempre que me estrujas hasta ahorcar, y no sueltas rienda hasta que ves que me falta el aire. Hasta ese momento que pingo del hilo de doble filo incluso, tengo un mínimo de decencia de proyectarme y mirarme como si no tuviera a nadie más que a mí sola y me digo que val(go)e la pena seguir firme aunque me destroce hasta las venas. Y decido frenar en seco, malgastándome las suelas, desgarrándome las piernas, hiriéndome las plantas de los pies que me hacen tanto avanzar como retroceder. Y es en esos momentos donde más siento que pierdes más tú que yo. Que si me empujas al abismo, no caigo, aunque me acoja, sino que se alía conmigo y me impulsa de vuelta para devolvértela como sólo la sapiencia sabe: y es con mi indiferencia. Ojos grises que esconden mares de olas repletas. Vendavales y tormentas. No necesito más que mirarte con esa cara de distancia porque es lo único que conseguirás a este paso. Una victoria no es ni una conquista ni un premio ni un regalo que dejar de lado, en una estantería ni un hito histórico que aparcar en un triste párrafo. Soy mucho más de lo que supones. De lo que me etiquetas, de lo que creas. Porque siempre tengo en la recámara una bala que dedico a quien no me deja estar en calma entre nenúfares. Aunque no te lo creas. Por eso aunque no lo parezca, siempre dejo una pizca de ganas para luchar por mí.
Fighter - Valentine M Smith |