Perspectiva Zentauri

Las sábanas se aferran mejor si me abraza mi musa por mi espalda; la calidez de su aliento me alienta a soñar que estoy despierta, que sé de lo que hablo, que las metáforas me dicen algo pero siempre escapo por la salida de emergencia: que sigo siendo el cowboy solitario.  Mi musa es dulce y pérfida, y mi amante trasnochador y luciérnaga. Un papel en blanco se presenta y muestro mi desnudez sin dudarlo. Soy frágil, estoy maltrecha pero ahí andamos. Es una oportunidad para aprender de mi vida: mi locura se acerca bailando. Mi musa es dulce y pérfida, y mi amante trasnochador y luciérnaga. Recién corto y arranco corretean mis líneas, mis demoras, mis esperas el silencio se vuelve adagio, cuelan entre rejas las lagunas de mis mimados labios, acuerdan las cuerdas que tu guitarra tocaron, la melena canta al viento: Mi musa es dulce y pérfida, y mi amante trasnochador y luciérnaga. Una me lleva entre máscaras y fiestas Otro me susurra lo sec

Pétalos de rosa molida: me encanta cuando huele a humedad cuando se encharca. Desinhibida, cuelga el tiempo de mi sonrisa. El agua alivia mi cansado cuerpo. Leo un cuento de maravillas; creo un ambiente: mi propia fantasía. Aguas tranquilas, la radio suena de fondo y confunde mis emociones con la melodía. Recreo un espacio de recreo, de calma, de vapores, de humos, de amores. Suspiro con los ojos cerrados. Cuidando cada poro de mi cuerpo, me abrazo mientras la espuma se confunde con mi llanto. Una tormenta, un rayo. Un renglón aparte, tus puntos suspensivos, un punto final. Un Atlas humano entre mis manos, un verso cálido entre mis abrazos. La seda de mis labios... Palabras no escritas que hacen daño. Desorden en mi armario, sin etiquetas pierdo mis condolencias, y con dolencias llega la noche. Leerte me hace daño. Perderte provoca agravio. Quererte se quedará en el estanco. Inerte en mi propio y solitario banco. Peces al son de la incertid

Tu primer beso fue a parar a mi espalda, tus labios tenues acarician mi piel, derribando los muros que integran una coraza que se vuelve miel, mi primera sonrisa te la dediqué a escondidas tus párpados transmutaron el espacio la noche llegaba altiva pero la sinceridad dio paso a la mentira usaste el veneno del champiñón de los sueños para dejar mi alma dormida, y poniendo fin a la partida, la desdicha floreció de entre tus espinas. Revolver entre las balas que dejaste al dispararme la segunda pista me la dio el anhelo que por ti sentía: la ruleta rusa gira que te gira, rayó el amor y la melodía, por esos profundos ojos aquamarina ; usurpar la identidad de la voz que habita entre mis vértebras, querer hacerme la puñeta por verme perder robarme las maletas, los trayectos ida-y-vuelta de lo que quise tener, hacerme desaparecer, congelando mi castillo de cristal, en tu tercer asalto yo te di por perdido entre la Dissonance y el ruido, una ba

"Con 17 años pensaba que mi madre era una exagerada por esperarme siempre despierta cada vez que salía por la noche; luego me di cuenta que no era por miedo a que llegara a casa borracha sino a que no llegara. #Cuéntalo" _ Uma Moody @EloCazorla. Ayer se quemaron las hogueras. Ayer me quedé hasta tarde con mis colegas. Ayer cada hora o cada poco tiempo le escribía a mi madre de mi estado: "Mamá, estoy bien. Tkm.", para que supiera que seguía viva. Ayer me di cuenta que, de momento, mi entorno me cuida para que no vuelva a casa sola. Y cuando volví a casa era tarde, no lo niego: las 6 y media de la mañana. Entré en casa y la luz estaba dada. Mi madre vestida esperaba dormida por si no me traían y llamaba. O por si no llegaba... Gracias mamá. Ahora me alegro de poder escribir esto yo misma. A mi madre.

Se tiñó de nubes el pelo y ahora sus pensamientos son de colores malvas se durmió en el lucero del alba y despertó con el tiempo de la canas, recogió mis tristezas en las cestas, las esparció por las tinieblas y rezó por poder ver cómo nieva corrigió las legañas y las marañas, me abrillantó la cara por si volviera, la esperanza se hizo de rogar y las telarañas cosieron la boca de quien espera que una rosa no siga siempre siendo cosa de imaginaciones inversas, que las espinas puntúen tus fosas y dejen diluir a las razones, y si la locura pinta con pigmento rosa, cúrame de emociones. Se desveló la boda entre el manjar y la ambrosía juraste pertenecer a tu orgullo y te pronunciaste en estado de alevosía, formaste un hético que moría paulatinamente entre mis manos, desgarrado y que se contradecía y agarraste las condolencias de los que no te merecían. Derrumbó el camino con la veleta torcida despojó de mentiras las malas lenguas y vivió su propia desdicha, colocó un incien

Pesas, ¿lo sabes? Me pesas tanto, en el pésame como en el cansancio, me dueles, me haces daño, me quitas la inseguridad, me dejas sin final con un nudo en la garganta, ojiplático, con el calor que derramaba el amor, mermado… Te hundes, ¿lo sientes? Vagas por el océano ciego, ahorcado en hilos desahogados sumergido en penas, en melodías y fiestas y no eres capaz de ver la luna en el reflejo apesadumbrado de mi lienzo: te perfilo, te desgarro, te estimo, te declamo pero las baladas besan la noche, tus caladas gimen presas, tus guiños me recorren tus ojos desvelan la travesía de mi mano, y te acurrucas entre lo maravilloso y lo enigmático, pero no tenemos tiempo ni espacio para hablarnos de la infinitud del agravio de vivir en ruinas y arruinados, ver que en la simpleza encuentro tu engaño. Me enfrías, ¿me notas? Mi sonrisa no brota ya no seré aquel ser alegre que paseaba por los parques, tu minutero nos revela que llega mi hora no qu