alejada
en mi periferia
en zona de comfort
donde no llego ni a ayudarme
en lo lejano oeste
donde soy la más buscada
en las profundidades del abismo
en la jaula de mi pecho
donde no llega luz de día
donde no veo las miradas de quien me fía
en los remotos lugares donde vivimos olvidos
en el mito de mi cueva.
en la espuma de un café ajeno
en la mañana de un frío gélido
donde mis labios se agrietan y me queman
en lo oscuro del alba
en el sórdido de la llamada a emergencias sin respuesta
donde pierdo la señal y la paciencia
en el comienzo de día
en el final de la noche
donde nadie espera, si acaso un rato
allí es donde mi soledad juega
allí es donde me toquetea
allí es donde me recompongo con tirón de orejas
en el ovillo que acuna mi lloro
en el desear de dejar de pensar
donde las voces no lo saben todo
y mi corazón bajo llave saben prensar
allí es donde yo me alojo
si me despojo de matojos
y empiezo a vivir.