RÉquiem por la Moral
Sale del fruto dehiscente una nueva cara sonriente: una opinión;
aunque suena fúnebre el réquiem, se desenmascara a la gente: se ve mi intención.
Hay partituras, hace tiempo en silencio, que necesitan alzar la voz.
Callan pues los públicos al levantar la batuta el director;
comentan los locutores radiofónicos sobre su intérprete y bienhechor:
"a partir de hoy la interpretación de cada pieza del RÉquiem vendrá de la mano de
Zentauri Amadeus Copy, todo un gran compositor,
se ruega que aguarden pacientes hasta oír sonar la primera nota. Silencio. Comenzó.