Я, как Маленький Принц

A veces me siento como El Principito que viaja de planeta en planeta conociendo mundo
porque cada mundo es una esencia, una atmósfera cada dueño,
a veces el oxígeno no es sólo para una rosa, siempre estoy buscando la flor amorosa, la de la pasión que en vitrina rosa protege el corazón,
a mi vera la primera estrella que conoció mi estela, mi sendero, un zorro maravilloso, audaz y mágico que siempre me espera, que me acompaña en las tardes más negras, que hace eco cuando alzo la voz,
hay veces que me desespera pensar que en este universo haya calaveras y lenguas viperinas que intenten tergiversar mis letras, los poemas que cada cual entienda como un misterio que cuelga del atrapasueños de mi habitación,

a veces me siento creadora de objetos, de momentos, descubridora de tesoros que sólo se muestran cuando los ves mejor, más cerca, con detenimiento, explorando cada selva que enraíza cada dolor, cada experiencia, cada mirada distante y sus tretas trenzadas en el cabello que airea mi suspiro tranquilizador,
dibujando en un cuaderno las ideas, los sueños, las soluciones al problema o lo que mi intuición diga que sea, trazando versos y lecturas bohemias, un avión que sin alas vuela, el amor a mi espinada vena, cada planeta y su expresión en lírica, su descripción mímica, su gesto, su sonrisa, su media luna en la espalda de la cornisa, las velas que alumbran la noche, las delicias del derroche y el aura de la aurora boreal que imprima iridiscente y capicúa la brisa de la química: las novas que lloran visitas, las dagas que añoran cítricas, los abrazos y las hiedras que musitan a mi oído los secretos que pocos atisban, los recovecos de las apariencias, las grietas de la finura y la elegancia del felino que maúlla en luna llena,

a veces contamos las pérdidas sin importar el tiempo, el segundero que apremia las notas del relojero, el minuto cero, el cráter del recuerdo, tus agujeros negros, Yo como El Principito buscando un sueño,
a veces queman las llamadas de lo importante, pero no vuelven a la memoria las carcajadas que te echaste, las arrugas de la coraza que protegía tu ente punto y aparte, de planeta en planeta, de persona a anónimo que filtra las sensaciones con prismáticos y que humedece las heridas con tulipanes caídos
rodea mi inocencia aquella presencia que ensombrecida juró no ser veleta pero los vientos son tan saludables, los aires se impregnan como fragancias y me desvelan en el insomnio y me delatan las vocales:
léeme los labios y pronuncia los nombres, cierra el escenario con telones, la obra de un libro inacabado, la tinta derramada y del barro, sale la decisión de ser fiel a su princesa y de la mano, suena la melodía que lo acompañará hasta el campanario,

a veces es desnuda la libreta que pinta mi diario, pero sólo la lírica y la quinta letra confirman que soy la poeta que firma con la V del abecedario.
Я, как Маленький Принц
Ilustración de El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry, versión rusa: Маленький Принц


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