Coche 3 [2402]
Pupilas directas
perdidas en el horizonte
espían discretas
la vida del norte
duermen serenas
la experiencia y el aporte.
En las montañas espolvorean
la nieve y la noche.
Las nubes de algodón anteceden sus mantos
rosados los labios comentan nuevos cantos
el frío y el calor equilibran estos bancos.
El ocaso cubre de sol, adormece a todos los santos.
Tamborilea a ritmo de amor
¿llegaremos al destino?
La impaciencia se dormirá
con el viaje cubiertos de lino.