Se acabó. [2201]

¿Cómo custodiar un tesoro
que no te pertenece?
Un ayer que se congeló en el tiempo
puso fin a un momento,
y su decadencia permanece.
 
¿Cómo inclinarse ante una derrota
manteniendo la mirada firme?
Un cumplido que se perdió en los labios
que no recogieron más que agravios,
y una nota de "no pudo ser".
 
¿Cómo no anhelar un recuerdo
que cala tan dentro
que parece hecho para doler?
Un detalle tan fútil
que te hace parecer inútil,
pero es bello, y el ramo dejas caer.

Ojalá no pesaran los versos
que ahora ves llover.*
Ni escuchase de otros dueños
conticinios que callan cuando te ven volver.
 
Ojalá las memorias no (se) posen como posos
de falsas esperanzas que añoran ocasos.
Ni eclipsen un atardecer sobre nuestros hombros,
taciturnas esperando que la nieve cubra nuestros pasos.

¿Cómo conciliar un sueño
que no alcanza (a) tus magnitudes?
Un suspiro que escapa terco
talla en madera, frena en seco,
abre de par en par barrotes y baúles.
 
¿Cómo esperar una respuesta
que nunca vas a tener?
Un sólo gesto basta
para teñir de malva
los cielos al anochecer.
 
¿Cómo intercambiar una sonrisa
cuando hace falta (ca)más y delicadezas?
Un caer de tu cornisa, Golondrina, espera,
"ahora el lamento no vale la pena",
adiós, Mirlo (b)lanco, de inm(o)rtal belleza.
 
[Escrito para el concurso:
#ZendaLibros, #HistoriasDeDesamor, 2023]
Pero no sonó la flauta.
 

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