Algún día seguro, no me acuerdo cuándo [Poema del drogadicto]
Rumiando mis tonterías
mientras dos hablan lo suyo
fumándose la vida
dejando escapar el mundo.
y aun así escucho, atenta
quiero oír…
y comprendí que estaba solo
ya todo estaba oscuro.
ni heroína que perturben mi sueño
pero sí una dulce coca
que enfoque mi mundo.
son millón y medio de caramelos
que amargan el aire que respiro.
como una daga afilada
intento mantener el equilibrio.
y este olor a marihuana
me deja drogadicto.
calado hasta la médula
las penas de loco azotado.
y mi gozo
en un pozo sin fondo.
Vuelvo a pensar
que hoy es mañana y mañana es hoy
que me largaré de clase
para fumarme los estudios
y que aunque quiera el siete
yo no subo.
a la gente “pura” y se quedan ciegas
y a mí me da el colocón:
alumbrando mis infiernos
ese amargo blancón.
A mí me llaman […]
pero me da igual si no me llamas
yo sigo mi rumbo
igualmente cantaré mis dramas.
En la pared de cada ciudad
grafitearé el jodido panorama
que nadie quiere ver
pero que saben que no está ausente.
Hoy volveré a prometerte
algo que no cumpliré nunca
sinceramente, no sé porqué me lo hago prometer siempre…
pero debió ser un día de verano
porque ese día estaba fumado.
Y si tumbado me acuerdo
de cuando miré las estrellas
y comprendí que estaba solo
y ya no estabas.
y sé que no es tú intención
pero entre mi droga y tu olor
creo que me va a dar otro colocón.
el humo quemará la garganta
con la que te canto esta canción.
mientras dos hablan lo suyo
fumándose la vida
dejando escapar el mundo.
Cantan las canciones
que no se escucharán en un futuroy aun así escucho, atenta
quiero oír…
Y así tumbado me acuerdo
de cuando miré las estrellasy comprendí que estaba solo
ya todo estaba oscuro.
No hay hachís
que coloque este desordenni heroína que perturben mi sueño
pero sí una dulce coca
que enfoque mi mundo.
María no quiere verme en su infierno
y aun así las anfetasson millón y medio de caramelos
que amargan el aire que respiro.
Luego está el humo del oxígeno
que envenena el hilo en el que pingocomo una daga afilada
intento mantener el equilibrio.
El opio de la vida
me deja seco y tendido,y este olor a marihuana
me deja drogadicto.
E incendio el último papel
con un mechero gastadocalado hasta la médula
las penas de loco azotado.
Mis alas rotas
mis pulmones, hechos un agujero flojoy mi gozo
en un pozo sin fondo.
Vuelvo a pensar
que hoy es mañana y mañana es hoy
que me largaré de clase
para fumarme los estudios
y que aunque quiera el siete
yo no subo.
Y sé que la hierba no es la solución
pero veo respirar en ese gas de nieblaa la gente “pura” y se quedan ciegas
y a mí me da el colocón:
alumbrando mis infiernos
ese amargo blancón.
A mí me llaman […]
pero me da igual si no me llamas
yo sigo mi rumbo
igualmente cantaré mis dramas.
En la pared de cada ciudad
grafitearé el jodido panorama
que nadie quiere ver
pero que saben que no está ausente.
Hoy volveré a prometerte
algo que no cumpliré nunca
sinceramente, no sé porqué me lo hago prometer siempre…
Yo sé que te conocí
algún día seguro, no me acuerdo cuándopero debió ser un día de verano
porque ese día estaba fumado.
Y si tumbado me acuerdo
de cuando miré las estrellas
y comprendí que estaba solo
y ya no estabas.
y sé que no es tú intención
pero entre mi droga y tu olor
creo que me va a dar otro colocón.
[...] aguanta un día más
que queda mucho por vivir…
si no se inflama este pedazo de carne
que tengo como corazónel humo quemará la garganta
con la que te canto esta canción.
Algún día…
[Parte de proyecto "Escribiendo sobre piedra/ Writing On the Wall"(por Victoria H.C. ©]