Ir al contenido principal

Entradas

Como brisa de verano.

[...] ¿Adónde mirarán las esperanzas?, se preguntaba cada vez con más frecuencia. El cielo era precioso aquel atardecer; el ocaso ya indicaba que el día llegaba a su fin, pero las vistas eran perfectas. Parecían eternas. Esas nubes rosáceas, que tendían ligeramente al lila desteñido, las aves anidando al lado contrario de hacia donde sus ojos miraban... Era un paisaje tan eterno y relajante como efímero y estresante que inquietaba de lo perfecto que era. En cualquier momento todo aquello podría dar la vuelta. Se trataba de unos cuantos microsegundos que se irían acumulando arrebujados en la memoria, como un recuerdo que, si había suerte, recordaría alguno de estos días, si la edad se lo permitía. No obstante, lo importante en ese instante era captar la esencia del momento: disfrutarlo. Sentía que sería la última vez que veía aquella atmósfera; parecía como si la naturaleza hubiese decidido pintar un lienzo detallado, sublime y exclusivo sólo para que sus ojos lo admirasen. No pudo cont...

Tempestades y marejadas

  ¿Si tanto me amabas... Por qué me apuñalas? ¿Por qué la piel sangra, por qué no para? Por qué si tanto me abrazas, cortas, no hacen falta navajas, sólo distancias cortas, inserte aquí palabra : y en un segundo me desmoronas. ¿Por qué si tan mal estabas no pediste ayuda antes de matar a mansalva? Porque son malos tiempos para tormentas, y peores para que ni siquiera te arrepientas. Porque no lo reconocerás, porque no te acuerdas. ¿Por qué si hiciste tanto daño tu llaga drena, y no frena?, no acaba de cicatrizar, esta herida no cierra. ¿Si tanto me amabas... Por qué no me dejas escapar? Sólo quiero echar a volar, o hundirme cada vez más.   Sólo pido que me dejes en paz. Que acabe mayo ya o que acabe conmigo, pero apunta y no yerres el tiro. Así sólo se desperdiciarán unas pocas lágrimas y un puñado de nenúfares flotarán.

Apogeos

 Mayo, me matas. (No) más placer culpable. Aquí aguanto.

Romper la carcasa

No puedes romper la carcasa y pensar que ya sabes todo;   esta coraza está punzante y reforzada para no encontrarme con ese tipo de gente que cree que está bien jugar con este espécimen; aunque a veces peque de dejar cerradas las pinzas, y no ver el ataque cuando me pesquen, craso error si se atreven, aunque a veces cierre los ojos para no ver cómo me dejan inerte.   Si no eres capaz de ver que más allá de la carcasa, algo muere; hay algo bombeando adentro que siente,   padece y parece que no late a veces, porque hay sentimientos que esconde para que no se los lleven, la coraza los arropa, los acumula, los engloba, los abraza, los recoloca, los cubica, los etiqueta, los desarrolla, no está el habitáculo como para más desastres que quien los porta, los aguarda si se fueron a pensar, los espera al volver, y al llegar los adora, los venera, los arropa ...y a volver a empezar. Para que no se (cor)rompan, porque ahora lloverá en este estanque de nenúfares, un cuerpo flotará; ...

Estas gemas lloran

Estas gemas lloran cristales y rompen por dentro lo que gritan a mares.   Desquebrajan los cuerpos, no reivindican valores, sólo dejan huecos para que se sientan dolores son los venenos que susurran atroces:   «Vuelves a tus propios infiernos y ni siquiera eres Dante, estos días toca que te alborotes.»