Romper la carcasa
la carcasa y pensar
que ya sabes todo;
esta coraza está
punzante y reforzada
para no encontrarme
con ese tipo de gente
que cree que está bien jugar con este espécimen;
aunque a veces peque
de dejar cerradas las pinzas, y no ver el ataque
cuando me pesquen, craso error si se atreven,
aunque a veces cierre
los ojos para no ver cómo me dejan inerte.
Si no eres capaz de ver
que más allá de la carcasa, algo muere;
hay algo bombeando adentro que siente,
padece
y parece que no late a veces,
porque hay sentimientos que esconde
para que no se los lleven,
la coraza los arropa, los acumula, los engloba,
los abraza, los recoloca,
los cubica, los etiqueta, los desarrolla,
no está el habitáculo como para más desastres que quien los porta,
los aguarda si se fueron a pensar, los espera al volver, y al llegar
los adora, los venera, los arropa ...y a volver a empezar.
Para que no se (cor)rompan,
porque ahora lloverá
en este estanque de nenúfares, un cuerpo flotará;
Por los charcos el crepitar sonará,
en lo más profundo del verbo Hundir, sonarán
pompas fúnebres de su boca al intentar despedirse saldrán;
sumergirá la cabeza, se empapará,
que abaten contra los lagrimales,
las perlas se empañarán,
son tantos los lunares...,
y aquel buque titánico
que parecía un navío prometedor, en este corazón naúfrago
sucumbirá.