I K I G A I [1706]
decir ayer que si mis pupilas tiñen
campos de amapola, orquídeas añiles
el firmamento del atardecer cae para librarme
de la luz del día, para ver tus luceros en el anochecer.
Ayer te quise
decir que sin vista podía verte a través
miedos tras tus sonrisas, esbozos tras tu prisa
pero no me quisiste en pie, me negué a caer
abrí la cornisa, me tumbé,
recogí aprisa, me aventuré.
Ayer me quise
quedar a tu vera, pero negaste la oferta
me diluí en ira, pero me calmé
opté por decirte buenas noches, y mermé
perdiste de vista, y marché.
Cómo te sientes
en nuestro banco apartado, en un colchón acumulado
de dientes, de placeres, de vientres, de amaneceres
cómo te sientes, si no hay espera que espere
cuando dos quieren y ninguno da el paso
y se sienten
tan culpables, como si hubiesen matado.