Ausente
Me acosté sumergida en mi poca autoestima y viví un trance.
Colé los dedos por entre las rejillas, y miré a través: no estabas a mi alcance.
Me disipé.
Recorrí las brisas que escaparon de tus amaneceres.
Los guardé en el desván, corregí mis deberes.
Lo dejé estar. Colgué la capa, y sin alas, me eché a volar.
Sacaron a relucir el testamento de mis miedos.
Logré esconder el falso júbilo que gritaba hacia dentro.
Me prestaron la pluma. Firmé.
Palpitaba mi pecho, quería decorar mis adentros con abrazos:
pero su ausencia era la misma y florida consigna que me hace mía. "Lo lograré", me repetía mientras caía.
"Lo lograré", y sin embargo, con mi indiferencia me castigué.
Terminé la partida con las luces al otro lado del umbral.
Coloqué la soga y jugué a que tú me tirabas,
yo ni me esforcé. Me llevaste a rastras, serpenteé.
Suspiré resignada, no me lo podía creer.
Escribí sobre la piedra: algo murió en mí.
Las impresiones desperdigadas, el suelo hecho trizas. Las memorias almacené.
Leíste mis encriptados labios, pero no pudo ser.
Vi mi coraje anclado entre tu espalda y mi pared. "Me siento ausente...
otra vez."
Colé los dedos por entre las rejillas, y miré a través: no estabas a mi alcance.
Me disipé.
Recorrí las brisas que escaparon de tus amaneceres.
Los guardé en el desván, corregí mis deberes.
Lo dejé estar. Colgué la capa, y sin alas, me eché a volar.
Sacaron a relucir el testamento de mis miedos.
Logré esconder el falso júbilo que gritaba hacia dentro.
Me prestaron la pluma. Firmé.
Palpitaba mi pecho, quería decorar mis adentros con abrazos:
pero su ausencia era la misma y florida consigna que me hace mía. "Lo lograré", me repetía mientras caía.
"Lo lograré", y sin embargo, con mi indiferencia me castigué.
Terminé la partida con las luces al otro lado del umbral.
Coloqué la soga y jugué a que tú me tirabas,
yo ni me esforcé. Me llevaste a rastras, serpenteé.
Suspiré resignada, no me lo podía creer.
Escribí sobre la piedra: algo murió en mí.
Las impresiones desperdigadas, el suelo hecho trizas. Las memorias almacené.
Leíste mis encriptados labios, pero no pudo ser.
Vi mi coraje anclado entre tu espalda y mi pared. "Me siento ausente...
otra vez."