Mi tumba

Desde hace tiempo,
juro verte en mis sueños
tus ojos fijos en mi cuerpo...

Y despierto,
sudor frío recorriéndome el cuerpo;
llegado el momento,
aplaudo mi valentía
con horcas mal unidas,
y agradezco tu cortesía
al ayudarme con la corbata...

Cuando vuelves al cementerio,
con ese clavel marchito,
la hipocresía baña tu cara
y aun así me presento:

"Hola, bella dama,
negro vestida de nuevo,
velo sobre tu pálido rostro
te devora el rencor.

Esas fingidas lágrimas,
sin ánimo de amor,
apasionadas en un tiempo,
tiempo que ya pasó.

Esa frialdad en la sangre,
la seriedad que me dio tu amor,
el paso de la mano al puñal,
muerte y destrucción".

Depositando con desgana
la flor tirada desde esa ventana
a la que un día me asomé
donde vi el ángel,
ahora no veo el sol.

Hace tiempo que no visitas
donde cavaste mi tumba
donde se congeló el reloj
por el hielo que dejaste,
por el desgarro de tu traición.

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