A tu ritmo
Pensar en una melodía
con salsa y ritmo
pero no pegajosa
con melodía y sin ser jocosa,
una seductora como esa mirada.
Acercarse a ritmo de blues, caderas,
seguirme el rollo con un reto a bailar,
y pararnos a disfrutar cuerpo a cuerpo
de un tango brusco.
Mano a la espalda, traspié.
El compás se acelera
damos la vuelta entera
formando una circunferencia perfecta
y volvemos a estrujarnos, suave y duro.
Buscas ese brillo en los ojos.
Me haces creer, jugadora,
que te tengo, así luego sorprendes
movimiento del revés, bachata,
y encuentras el punto para hacer bullir mi sangre.
Juegas con los tempos y desordenas las notas.
Fuerte empiezas, sacudes las negativas
pasas de sus miradas, bailas como te da la gana
como te lo pide el cuerpo...pero el silencio melodioso
hunde de lleno tu arrebato.
Balada triste de payaso.
Parejas unidas por el sentimentalismo,
avergonzada y directa, sabes bien,
te toca calmar las aguas.
Tocas mi pecho dócilmente,
acurrucas tu frente en él.
Balada triste de otoño.
Hora de soñar piano,
abrazas la calma,
que la canción no acabe nunca...
no importa las miradas yo ya embarqué con esta dama.
con salsa y ritmo
pero no pegajosa
con melodía y sin ser jocosa,
una seductora como esa mirada.
Acercarse a ritmo de blues, caderas,
seguirme el rollo con un reto a bailar,
y pararnos a disfrutar cuerpo a cuerpo
de un tango brusco.
Mano a la espalda, traspié.
El compás se acelera
damos la vuelta entera
formando una circunferencia perfecta
y volvemos a estrujarnos, suave y duro.
Buscas ese brillo en los ojos.
Me haces creer, jugadora,
que te tengo, así luego sorprendes
movimiento del revés, bachata,
y encuentras el punto para hacer bullir mi sangre.
Juegas con los tempos y desordenas las notas.
Fuerte empiezas, sacudes las negativas
pasas de sus miradas, bailas como te da la gana
como te lo pide el cuerpo...pero el silencio melodioso
hunde de lleno tu arrebato.
Balada triste de payaso.
Parejas unidas por el sentimentalismo,
avergonzada y directa, sabes bien,
te toca calmar las aguas.
Tocas mi pecho dócilmente,
acurrucas tu frente en él.
Balada triste de otoño.
Hora de soñar piano,
abrazas la calma,
que la canción no acabe nunca...
no importa las miradas yo ya embarqué con esta dama.