Sé que lees los labios... por eso te pido tu mano no para cogerte el brazo, sino para sentir el pálpito de que puedo seguir confiando en aquella persona que cuando me estoy ahogando, se sumerje a mi lado y cuando las redes me están aprisionando, corta el nailon. Sé que estamos lejos, pero seguimos caminando, allá donde escuche tu grito, llegaré corriendo, alzaré la voz, buscaré las señales, tu rastro, el olor a miedo, encenderé una fogata para reunirnos de nuevo y forjar alianzas, codo con codo, para ayudarnos. Nunca vienen mal los refuerzos. [ 28 de octubre con: AYUDAS*. Aportación de P iel] POEMTOBER SIGUIENTE *Ayudas que vienen y van.
Relatos cortos, microrrelatos y poemas de temática variada