El casco del gladiador

Sé que me produjo desazón verte en esa situación. Lo sentí tan vívido y tan punzante que me quedé petrificado, casi sin inmutarme. Pero en realidad dolió más de lo que reconoceré. Sabía que llegaría el día. Era de esperar que llegaría, pero en mi mente ya me había creado una realidad paralela, está claro. Y a la vez me había obligado a asimilar que esto pasaría y que tenía que pasar. Y que cuando pasase, no habría vuelta atrás. No sé si será de valientes, nobles o de ser leal a unos códigos, no me lo quise ni plantear. Tampoco justificar. Sólo quise que se me olvidara durante esos instantes que sabes que te puede afectar más de lo planeado, y así fue. Fui insensible, me llené la cabeza de ruido y miré al infinito buscando un nuevo rumbo que seguir; el propósito, ya me lo inventaría sobre la marcha. Lo único sé que si me necesitas, estaré por aquí. Para eso parece que nací. Para ser un apoyo en el camino, nunca el acompañante. Mi sino es así. Así lo acepté. Y así me toca vivir.

17/02/2021

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