La paz pide guerra

Cuando la paz pide guerra
es entonces cuando has de correr
como alma que lleva fuego dentro
y aunque el demonio se vista de cuero
y del ángel las alas rotas estén,
saben lo que es el cielo y el infierno que explotan en mi interior
como si de una guerrilla interna se tratase;
son impulsos de gritar: ¡que se callen!
al ver el funeral pasar
y apreciar que el hombre muerto:
es el alma que deambulaba al andar;

y luego vaga entre las memorias
los recuerdos que rompen indirectamente espejos
y destrozan la parca decoración que habitaba en las cuatro paredes que encierran mis sueños,
los demonios, mis monstruos;
esa sonrisa cuando expresas tristeza
este grito ahogado cuando ni siquiera llegas al corte
ese aguante forzado de no soltar un “a la mierda”,
ya es hora de que me llegue el rigor mortis…

pero no llega; vuelta a empezar y expresarme
demostrar que tras tanta batalla interna sólo tecleo con rabia
y odio aquello que apalea por salir al exterior,
y sintetizando los agudos que chillan llegando a los gemidos de dolor e ira,
es la furia quien puja por ir

Irse de esta cabeza, que palpita las sienes
que derrumba las paredes
que hace estallar venas y poner pingando la duda
esa duda que me hace dudar y decirme a mí misma:
yo dudo
y la duda de dudar hace darme cuenta como a Descartes, que existo… (…otra vez)
pero no se queda ahí
la duda comprende tres más
y ahí el colapso psicológico se queda sin palabras.
A continuación, actuación,
no se puede 24h tener un lápiz a mano y dibujar
cómo sería tu fin,
¿no hay ni un papel que quiera verme morir?
El del divorcio, que se separó de mí.
Silencio.

Encefalograma plano.
Mirada para otro lado,
¿te haces la dura?
¿te picas?
¿te odias?
Te dan ganas de tirarte ¿y pierdes la oportunidad cuando te lo están pidiendo gritando?
¿Quién te odia tanto como para pensar que te odia y te quiere ver morir?
Tú misma, ¿ves? Alguien más…sí.
Mátalos a todos…
Y ahora calma, esto es sólo puro desfogue,
la escotilla, la salida de emergencia, un rescate,

 Pagarás mártir tus culpas pero, piensas que te lo mereces,
¿piensas que no tienes derecho? ¿y qué?
Tu pensamiento, que te dejen en paz…

 Y la paz llama a la guerra cuando quiere pelea
y algo es algo cuando alguien es alguien
y pide ayuda por ayuda

sembrando en su propio huerto sus terrores, sus miedos, sus pavores;
no es para corregir este escrito
es para desfogarse…
Y la paz llama a la guerra y viceversa…
Abrazo, de esta herida ilesa.

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