Descartando un corte perfecto
Porque hoy hay
inspiración en el ambiente
que congelado, camina entre la gente,
dejando tras de sí, olor a dolor hiriente.
Porque ahora toca cambiar de ritmos
y hacer un dos por cuatro, con ocho tiempos al paso,
de un silencio adagio.
Porque luego no hubo melodía hasta que acabó el ruido
y el alboroto se petrificó en el espejo opaco del cristal roto,
porque el alocado orden sigue entre el desértico jardín podrido y el florido milagro,
porque mañana no es de día, y de noche,
hay un sol radiante de esperar ebrio a la luna.
Porque buscando lo encontrado,
pierdes la ruta por la que habías llegado,
y al perderlo todo, hasta la esperanza,
te pierdes a ti mismo encontrándote en un laberinto…
Porque la brújula va de camino,
a los Reinos del Olvido,
y a pesar del tiempo empleado,
la ayuda se ha quedado a medio hacer,
y se convertirá en el trabajo sin hacer
para el proyecto de ciencias.
Porque el sentido de mis letras pierden concordancia al leerlas,
y al serlas traducidas al encriptado de tus labios,
es entonces cuando ya no cobran el sueldo
y sin coherencia, besan el suelo.
Agobiadas por un asunto que no las incumbe
pero quieren estar involucradas en ti.
Porque al preguntarse por el qué del porvenir
no encuentras sino lo que no querías decir,
Por qué… ¿Por qué tanto porqué?
Si resuelto la problemática solución,
se ha quedado en enigma con una incógnita y sin solución.
Por qué hasta ahora no te aproximas lejos de mí,
y te dejas de rodeos,
y te pegas a la eternidad para así,
irte por fin.
Por qué si buscas la lógica a un sin sentido,
encontrarás la respuesta al por qué me largué con Olvido.
Y sabrás de una puñetera vez, ahora,
Por qué te escribo.
Y soy yo la que analizo,
Si lo que digo y hago tiene o no sentido musical
O si tú no escuchas los llantos…
Eso me da e igual me importa.
Quiero que oigas
al menos una costra abriéndose,
y sepas, que si no fui capaz de cerrarla,
no es porque yo no quisiera,
que sepas que no es más que por que vieras, ciego a las pasiones,
que Yo también soy guerrera.
que congelado, camina entre la gente,
dejando tras de sí, olor a dolor hiriente.
Porque ahora toca cambiar de ritmos
y hacer un dos por cuatro, con ocho tiempos al paso,
de un silencio adagio.
Porque luego no hubo melodía hasta que acabó el ruido
y el alboroto se petrificó en el espejo opaco del cristal roto,
porque el alocado orden sigue entre el desértico jardín podrido y el florido milagro,
porque mañana no es de día, y de noche,
hay un sol radiante de esperar ebrio a la luna.
Porque buscando lo encontrado,
pierdes la ruta por la que habías llegado,
y al perderlo todo, hasta la esperanza,
te pierdes a ti mismo encontrándote en un laberinto…
Porque la brújula va de camino,
a los Reinos del Olvido,
y a pesar del tiempo empleado,
la ayuda se ha quedado a medio hacer,
y se convertirá en el trabajo sin hacer
para el proyecto de ciencias.
Porque el sentido de mis letras pierden concordancia al leerlas,
y al serlas traducidas al encriptado de tus labios,
es entonces cuando ya no cobran el sueldo
y sin coherencia, besan el suelo.
Agobiadas por un asunto que no las incumbe
pero quieren estar involucradas en ti.
Porque al preguntarse por el qué del porvenir
no encuentras sino lo que no querías decir,
Por qué… ¿Por qué tanto porqué?
Si resuelto la problemática solución,
se ha quedado en enigma con una incógnita y sin solución.
Por qué hasta ahora no te aproximas lejos de mí,
y te dejas de rodeos,
y te pegas a la eternidad para así,
irte por fin.
Por qué si buscas la lógica a un sin sentido,
encontrarás la respuesta al por qué me largué con Olvido.
Y sabrás de una puñetera vez, ahora,
Por qué te escribo.
Y soy yo la que analizo,
Si lo que digo y hago tiene o no sentido musical
O si tú no escuchas los llantos…
Eso me da e igual me importa.
Quiero que oigas
al menos una costra abriéndose,
y sepas, que si no fui capaz de cerrarla,
no es porque yo no quisiera,
que sepas que no es más que por que vieras, ciego a las pasiones,
que Yo también soy guerrera.